EE.UU. podría realizar redadas en partidos del Mundial de 2026 para reforzar la seguridad

EE.UU. podría realizar redadas en partidos del Mundial de 2026 para reforzar la seguridad

Las autoridades estadounidenses no descartan detener a inmigrantes durante el Mundial 2026 en Norteamérica, buscando garantizar la seguridad del evento y de los asistentes.

Las autoridades de Estados Unidos han manifestado este miércoles que el presidente Donald Trump, presuntamente, no descarta ninguna opción para mantener la #seguridad durante el Mundial de fútbol de 2026, que se celebrará en junio y julio en Norteamérica.

En este contexto, se ha señalado que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) podría realizar redadas y detenciones en los partidos y en las inmediaciones de los estadios.

El director del grupo de trabajo de la Casa Blanca encargado de la preparación del Mundial, Andrew Giuliani, afirmó en rueda de prensa que "conozco al presidente desde hace 25 años y, supuestamente, no descarta ninguna medida que ayude a mejorar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses".

Giuliani, quien es hijo del exalcalde de Nueva York y exabogado de Trump, agregó que "sí será posible que el ICE realice detenciones durante los partidos, tanto en los estadios como en sus alrededores, ya que la prioridad del presidente es que la gente venga de manera legal y siga los procesos migratorios correspondientes".

Supuestamente, estas declaraciones han generado preocupación entre los grupos defensores de los derechos humanos y la comunidad migrante, quienes temen que la presencia de fuerzas de #inmigración en un evento internacional pueda derivar en detenciones masivas o en la criminalización de visitantes.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses aseguran que el proceso de control de visas y permisos será el habitual, incluso en las fechas del torneo.

Se estima que entre cinco y siete millones de visitantes internacionales asistirán al Mundial, y el gobierno ha declarado que priorizará la seguridad sin disminuir las garantías legales.

El gobierno de #EE.UU. ha anunciado que, además de las redadas, implementará varias medidas para proteger la integridad del evento. Entre ellas, la creación de un centro internacional de coordinación policial, junto con una inversión de aproximadamente 580 millones de euros (más de 625 millones de dólares) en apoyo a las fuerzas del orden, incluyendo entrenamiento, ciberseguridad y respuesta a emergencias.

También se destinarán unos 490 millones de euros (cerca de 530 millones de dólares) a sistemas contra drones ilegales, en un esfuerzo por prevenir posibles amenazas tecnológicas.

Ha incrementado su #control migratorio en eventos de gran afluencia internacional

Desde hace décadas, EE.UU. ha incrementado su control migratorio en eventos de gran afluencia internacional. En 1994, durante la Copa del Mundo en Estados Unidos, se intensificaron las medidas de seguridad y controles migratorios, en respuesta a temores de disturbios y amenazas terroristas.

La presencia de fuerzas federales en eventos deportivos ha sido común en los últimos años, en especial tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que llevaron a una mayor vigilancia en espacios públicos y eventos internacionales.

Supuestamente, la decisión de realizar redadas en partidos del Mundial podría generar controversia, pero las autoridades aseguran que todo se realiza bajo el marco legal y con la intención de garantizar la seguridad de todos los asistentes, tanto locales como internacionales.

La organización del evento ha enfatizado en la importancia de mantener un ambiente seguro y ordenado, aunque también ha señalado que se respetarán los derechos de los visitantes.

En resumen, Estados Unidos se prepara para un Mundial que promete ser uno de los más grandes en historia del fútbol, con una afluencia masiva de turistas y espectadores.

Sin embargo, la posible implementación de redadas y controles estrictos en los partidos ha encendido las alarmas en diversas comunidades, que temen que las acciones puedan afectar la imagen del evento y la percepción del país en términos de derechos humanos.

La decisión final de las autoridades aún no ha sido confirmada oficialmente, pero todo indica que la seguridad será una prioridad, aún a costa de medidas polémicas.

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