El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha rechazado la apelación presentada por #Colo Colo para reducir las #sanciones impuestas por la Conmebol tras los graves incidentes ocurridos el pasado 10 de abril en el Estadio Monumental, durante el encuentro contra Fortaleza por la fase de grupos de la Copa Libertadores.
La decisión del #TAS significa que el club chileno deberá cumplir en su totalidad las penas dictadas por la autoridad disciplinaria sudamericana, incluyendo una multa económica y la prohibición de asistir con público a partidos internacionales.
Según informa el portal La Tercera, la resolución ratifica las cinco jornadas sin público en partidos de competencia internacional, de las cuales el equipo ya ha cumplido dos.
Si en el futuro logra clasificar a la Copa Sudamericana 2026, Colo Colo tendrá que disputar toda la fase de grupos a puertas cerradas en su estadio, el Monumental.
Además, se le ha impuesto una multa de aproximadamente 75,000 euros, equivalente a 80,000 dólares en la cotización actual. Este castigo se suma a las sanciones previas y representa un golpe duro para la institución.
Los hechos que originaron esta sanción se remontan a una de las noches más tensas en la historia reciente del club. Durante el partido, el árbitro Gustavo Tejera consignó en su informe el lanzamiento de objetos desde la tribuna Lautaro, y minutos después, un grupo de hinchas irrumpió en la cancha tras romper las barreras de protección, lo que provocó la suspensión definitiva del encuentro a los 70 minutos.
La invasión fue tan violenta que obligó a la retirada inmediata del equipo de Fortaleza, y en medio de estos disturbios, dos hinchas, uno de apenas 12 años y otro de 18, fallecieron, lo que sumó gravedad a la situación.
La situación se complicó aún más fuera del estadio. Presuntamente, los disturbios en las afueras del Monumental generaron un clima de caos, afectando la imagen del club y aumentando la presión sobre las autoridades disciplinarias.
Colo Colo intentó en su momento revertir la sanción ante la Conmebol
Colo Colo intentó en su momento revertir la sanción ante la Conmebol, argumentando que en ese partido se habían cumplido todos los estándares de seguridad exigidos por las autoridades y que los disturbios fueron provocados por factores externos a la gestión del club.
La defensa también alegó que la institución había tomado todas las precauciones necesarias y que los incidentes superaron cualquier capacidad de control.
Sin embargo, estos argumentos no fueron suficientes para la decisión final del TAS. Los informes oficiales, en particular el del árbitro Gustavo Tejera, fueron decisivos en la resolución, ya que detallaron la ruptura de las barreras de protección y la invasión al campo.
Además, el oficial de seguridad del evento criticó duramente la operación, señalando fallas en la organización y control del evento. Presuntamente, estos informes influyeron decisivamente en la decisión de mantener las sanciones.
Desde una perspectiva económica, las implicaciones son igualmente severas. La imposibilidad de que Colo Colo reciba público en partidos internacionales implica una pérdida aproximada de 70,000 euros por encuentro, según cálculos internos del club, lo que afecta significativamente sus ingresos y su economía a largo plazo.
La directiva del club, Blanco y Negro, ha señalado que estos daños económicos suman un impacto de alrededor de 250,000 euros en total, considerando también la multa.
En conclusión, la decisión del TAS confirman las sanciones y mantiene a Colo Colo en una situación difícil de cara a futuros compromisos internacionales.
La institución deberá afrontar las consecuencias deportivas y económicas, y seguir trabajando para mejorar sus condiciones de seguridad en el estadio.
La historia de incidentes en el fútbol sudamericano, tristemente, no es exclusiva de Chile, ya que en los últimos años han ocurrido hechos similares en otros países, evidenciando la necesidad de una mayor regulación y control en los eventos deportivos de alto riesgo.
