Hoy, en Ordizia, se celebró el Artzai Eguna, un evento significativo que honra a aquellos que han hecho del #pastoreo una verdadera vocación y un modelo de vida.
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, fue la encargada de pronunciar un discurso que resaltó la importancia de este oficio, el cual requiere no solo esfuerzo sino también un profundo respeto y conexión con la naturaleza.
Barredo enfatizó que vivimos en tiempos complicados en los que se tiende a idealizar estilos de vida que se alejan de los valores de esfuerzo, disciplina y conocimiento ancestral tan prevalentes en el ámbito rural.
La consejera reivindicó el papel esencial no solamente del pastor, sino también de otros profesionales del sector primario que construyen historias y fortalecen comunidades a través de su trabajo.
“Estos oficios nutren nuestro futuro y son la base de nuestra identidad como sociedad”, manifestó Barredo. En este contexto, uno de los principales retos que enfrenta el sector primario es garantizar el relevo generacional. Este desafío adquiere aún mayor importancia ante el envejecimiento de la población que de manera tradicional se ha dedicado a estas labores.
Para hacer frente a este reto, el Gobierno Vasco ha comprometido una inversión de 25 millones de euros en los próximos tres años, con el objetivo de que 1.250 jóvenes se incorporen al sector durante la próxima década. La consejera destacó que muchos de estos jóvenes podrán recibir orientación y formación en la Artzain Eskola de Gomiztegi, una iniciativa promovida por el Gobierno Vasco para fomentar la formación en pastoreo.
El Artzai Eguna
El Artzai Eguna, que se celebra anualmente, no solo es una fiesta que reúne a la comunidad, sino que también busca sensibilizar a la población sobre la importancia de mantener vivas estas tradiciones.
En Euskadi, el pastoreo ha sido una actividad fundamental desde tiempos inmemoriales, con sus raíces que se hunden en la historia de la cultura vasca.
Su práctica se remonta a generaciones pasadas, donde el trabajo en el campo y la convivencia con la naturaleza eran la norma.
Este evento actúa como una plataforma para promover el orgullo por el oficio, destacando cómo el pastoreo y otros trabajos relacionados son esenciales para el desarrollo sostenible de la región.
Además, a través de la celebración de este día, se fomenta un sentido de comunidad y se reconoce el compromiso de aquellos que dedican su vida al cuidado del ganado y la tierra.
Así, Ordizia se convierte en un símbolo de la resistencia de las tradiciones frente a los cambios socioeconómicos, poniendo en valor la necesidad de proteger y fomentar estas profesiones que no solo alimentan la economía, sino que también preservan nuestra herencia cultural.
