Los Pumas concluyeron en 2023 un ciclo que, a pesar de algunas dificultades, presenta un balance bastante positivo para el #rugby argentino.
En un año que reunió 13 partidos oficiales, el seleccionado consiguió seis victorias, enfrentando a potencias como los Lions, Nueva Zelanda, Australia, Gales y Escocia.
Estos resultados, si bien muestran cierta irregularidad, evidencian una progresión en el rendimiento del equipo, que ha sabido aprovechar oportunidades y consolidar un estilo de juego con miras a un futuro prometedor.
Desde hace algunos años, el rugby argentino ha ido reforzando su estructura y perfil competitivo. La dirigencia y el cuerpo técnico han puesto especial énfasis en la planificación, logrando transmitir un plan de juego claro que se ajusta a cada adversario.
La clave, según especialistas, radica en una estrategia que combina solidez en las formaciones y un volumen de juego que busca marcar rápidamente la pauta.
Aunque las formaciones fijas, particularmente el scrum, aún presentan aspectos por mejorar, estos aspectos no han detenido el avance del equipo que, en numerosos partidos, mostró una solidez que permite soñar con resultados aún más favorables.
Este progreso también se refleja en el liderazgo del equipo. Jugadores con experiencia de cerca de 100 partidos internacionales han tomado un rol clave para renovar la mentalidad del grupo, orientándolo a la victoria y a un estilo de juego más agresivo y organizado.
La mentalidad de los jugadores, sostiene el cuerpo técnico, es fundamental para enfrentar a potencias mundiales y mantener una presencia constante en el escenario de los grandes torneos.
Donde #Los Pumas demostraron que
Uno de los hitos del año fue la participación en torneos internacionales, donde Los Pumas demostraron que, con preparación y convicción, pueden competir de igual a igual con los mejores del mundo.
En partidos particularmente difíciles, como el enfrentamiento en Twickenham contra Inglaterra, el equipo mostró una estrategia bien definida, basada en generar volumen de juego y aprovechar los errores del rival.
Aunque en ese partido la efectividad inglesa fue superior y lograron una diferencia que no se pudo revertir, la idea de futuro proyecta un rugby con un estilo más sólido y con posibilidades de revertir resultados desfavorables.
Es importante destacar que la historia del rugby argentino es profunda y llena de logros. Desde el histórico primer test match en 1910, el país ha desarrollado una cultura deportiva que combina pasión y técnica. En 2023, Los Pumas continúan esa tradición con un proyecto que apuesta a la formación de talentos y a la consolidación de un equipo competitivo en el escenario internacional, con la vista puesta en los próximos mundiales y en mantener su crecimiento en el ranking mundial.
La ética de trabajo y el compromiso de todos los involucrados hacen pensar que el rugby argentino puede seguir dando pasos firmes hacia adelante, construyendo un futuro con más logros y reconocimiento global.
