Felipe Contepomi define el núcleo de Los Pumas para el Mundial 2027 con una lista sólida y opciones versátiles
El entrenador de Los Pumas, Felipe Contepomi, ha comenzado a delinear el equipo definitivo para el Mundial de Australia 2027, basándose en un grupo de jugadores con mayor regularidad en el ciclo. La selección argentina cuenta con un núcleo de 25 jugadores que aspiran a formar parte del plantel, con opciones flexibles y una competencia intensa en varias posiciones clave.
Desde que asumió el cargo en 2024, Felipe Contepomi ha llevado a la selección argentina de #rugby hacia una planificación meticulosa y estratégica, similar a una partida de ajedrez.
Su presuposición no solo contempla movimientos inmediatos, sino también proyecciones a largo plazo, con la mira puesta en el Mundial de Australia en 2027.
A partir del análisis de la cantidad de partidos en los que han participado distintos jugadores, se puede construir un XV titular potencial basado en la frecuencia de selección y en la versatilidad que ofrecen algunos futbolistas.
El núcleo del equipo se asienta en jugadores que han tenido una participación constante durante el ciclo, entre ellos, figuras como Juan Cruz Mallía, Rodrigo Isgró, Lucio Cinti, Santiago Chocobares, Mateo Carreras, Tomás Albornoz, Gonzalo Bertranou, Joaquín Oviedo, Marcos Kremer, Pablo Matera, Pedro Rubiolo, Franco Molina, Joel Sclavi, Julián Montoya y Thomas Gallo.
La elección de estos nombres se basa en el volumen de partidos que han disputado y la capacidad de desempeñarse en varias posiciones, lo que aporta una mayor flexibilidad al esquema táctico del cuerpo técnico.
Por ejemplo, Juan Martín González ha sido titular en 17 encuentros y puede jugar en diferentes roles en la tercera línea, lo que lo convierte en un recurso valioso para Contepomi.
Asimismo, Gonzalo García y Guido Petti también poseen características que les permiten cubrir varias posiciones, fortaleciendo aún más la variedad en la lista final.
En cuanto a la línea de forwards, la competencia en los pilares y en la segunda línea, con jugadores como Molina, Rubiolo y Petti, genera una disputa que en la actualidad mantiene a Gallo por delante en la pelea por la titularidad.
La tercera línea muestra particularidades interesantes: Juan Martín González, con 17 partidos, ha demostrado una notable versatilidad, participando en diferentes roles dentro del pack, siendo capaz de reemplazar a Kremer, Kremer y Oviedo sin mayores inconvenientes.
Esto permite al seleccionador variar las combinaciones en función del rival y la situación de cada partido.
En la región de medios, González Bertranou conforma un dúo con Tomás Albornoz, aunque Gonzalo García también ha emergido como un competidor fuerte para comandar la scrum, con más presencia en el seleccionado en los últimos meses.
La posición de apertura la ocupa de manera natural Tomás Albornoz, con 11 apariciones como titular, seguido por Santiago Carreras, quien también puede desempeñarse como alternativa en el puesto y en el fullback, donde Juan Cruz Mallía muestra versatilidad y capacidad para jugar tanto en la línea de fondo como en la construcción del juego.
Los backs adicionales, como Mateo Carreras y Rodrigo Isgró, aportan un elemento eléctrico y determinante en las puntas, mientras que los centros están cubiertos por Santiago Chocobares y Lucio Cinti, acompañados por opciones como Piccardo y Moroni para relevarlos en el medio del campo.
La selección argentina ha trabajado con un total de 63 jugadores
Desde la llegada de Contepomi, la selección argentina ha trabajado con un total de 63 jugadores, de los cuales 59 aún están disponibles para la elección, tras algunas salidas por retiros y otras razones.
La incorporación de nuevos talentos ha sido continua, con al menos 17 jugadores sumados en el ciclo, cinco de ellos en 2024, entre los cuales destacan nombres como Pedro Delgado, Piccardo y Moro, además de Efraín Elías y Francisco Coria Marchetti, quienes han empezado a tener presencia en el equipo de manera regular.
Más allá de los números, esta estrategia muestra un equipo con un núcleo fuerte, reconociendo la existencia de múltiples opciones en cada línea de juego que permiten diferentes combinaciones tácticas.
La competencia por los puestos de titularidad se mantiene elevada y equilibrada, lo que garantiza un grupo competitivo y con un alto potencial en vista de Australia 2027.
Aún falta mucho camino por recorrer y muchas decisiones por tomar, pero la planificación de Contepomi revela una tendencia clara hacia un equipo con variantes y jugadores con experiencia, que podrán adaptarse a las exigencias del campeonato mundial.
La base de la selección argentina se empieza a consolidar, proyectándose hacia una campaña que aspira a dejar huella en la historia del rugby internacional.