Valencia implementa nuevas medidas de seguridad vial con la instalación de radares móviles en puntos estratégicos de la ciudad.

El 22 de octubre de 2024, la ciudad de Valencia ha dado un paso significativo hacia la mejora de la seguridad en sus vías. El Ayuntamiento está en proceso de instalación de seis nuevas cabinas fijas donde se ubicará de manera aleatoria un total de dos radares móviles, con la intención de controlar la velocidad de los vehículos y así disuadir a los conductores a respetar los límites establecidos.
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, enfatizó que estas iniciativas no solo buscan disminuir el número de siniestros viales, sino también concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de cumplir con los límites de velocidad.
“Nuestro objetivo es minimizar atropellos y accidentes”, afirmó Carbonell.
Los nuevos radares serán colocados en ubicaciones específicas que han sido seleccionadas por la Policía Local en colaboración con el Área de Movilidad.
Las ubicaciones elegidas son la avenida de Germans Machado en el cruce con Vicent Canet, la calle de Antonio Ferrandis junto al camino del Pou d’Aparisi, el Camí Nou de Picanya a la altura del número 49, así como la avenida de Fernando Abril Martorell con Malilla, la avenida de Tarongers en el número 8 y la avenida del Mestre Rodrigo en el número 84.
Estos puntos han sido identificados como los de mayor siniestralidad y donde, frecuentemente, los conductores superan las velocidades permitidas, que generalmente no deben exceder de 50 km/h o menos.
La estrategia que implementa la Municipalidad consiste en la colocación de cabinas, algunas de las cuales estarán vacías como parte de un método disuasorio.
Al rotar los radares, la intención es que los conductores no puedan prever en cuál de las cabinas se encuentra el radar en un momento determinado, lo cual busca fomentar el respeto por los límites de velocidad.
Es importante destacar que el Gobierno local aclara que esta medida no tiene un fin recaudatorio. Carbonell mencionó: “No queremos multar. Nuestro propósito es educar y hacer que los conductores sean más conscientes de su velocidad, contribuyendo así a una mayor seguridad en nuestras calles, tanto para peatones como para ciclistas y otros conductores”.
Esta renovación en los métodos de control de velocidad incluye la adquisición de dos avanzados cinemómetros de efecto Doppler, capaces de captar imágenes de los vehículos infractores.
La inversión total por estos nuevos dispositivos y las cabinas asciende a 247.047,80 euros, de los cuales 165.987,80 euros corresponden efectivamente a la compra inicial y el resto se destinará al mantenimiento y certificación de estos equipos durante un periodo de cuatro años.
Esta no es la primera vez que Valencia toma medidas para aumentar la seguridad vial. En años anteriores, la ciudad había implementado diversas iniciativas, como campañas de concienciación y mejoras en la infraestructura vial. Sin embargo, con esta nueva instalación de radares, se espera que se logre un impacto significativo en la reducción de accidentes de tráfico en la capital valenciana.