La ciudad constituye un sistema de riego que data del siglo XIV, ahora con un nuevo contrato para su conservación.

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El 29 de noviembre de 2024, el Ayuntamiento de Valencia aprobó el contrato para la conservación y mantenimiento de la histórica red de acequias correspondientes al sistema de riego de Francs, Marjals y Extremals.

Esta infraestructura, que data del siglo XIV, es esencial para el riego de l'Horta de Valencia y para el drenaje de las aguas pluviales en la región.

Con un costo de 2,8 millones de euros, esta iniciativa pone de manifiesto el compromiso del Ayuntamiento por preservar un patrimonio hidráulico que ha sido fundamental en la agricultura y el bienestar de la población local a lo largo de los siglos.

La red de acequias recoge el agua excedente de los canales que se gestionan a través del Tribunal de les Aigües, que tiene sus orígenes en las tradiciones de riego medievales.

En Valencia, estas prácticas históricas aún son relevantes y, gracias a ellas, la agricultura local sigue siendo viable.

A partir de ahora, el mantenimiento de estas acequias incluirá tareas de limpieza y dragado, así como la eliminación de residuos y vegetación que puedan comprometer su funcionamiento.

La Junta de Gobierno Local ha asignado este contrato a la empresa Ecyser Mediterráneo SLU, que ejecutará las labores en un periodo de cinco años.

Para facilitar este proceso, la red de acequias se ha dividido en cuatro zonas específicas, cada una de las cuales abarcará un conjunto de localidades y parques naturales.

Así, la primera zona incluirá las áreas de Cases de Bàrcena, Vera, Palmaret y Algirós; la segunda zona se centrará en la Font de Sant Lluís, Font d’En Corts y La Punta; la tercera abarcará el Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral, mientras que la cuarta se concentrará en la pedanía de Pinedo y el famoso parque natural de L’Albufera.


En total, la red abarca cerca de 125 kilómetros de acequias y canales, salvaguardando las tradiciones y métodos de irrigación de la zona.

Este tipo de mantenimiento es crucial no solo para asegurar el funcionamiento eficaz del sistema de drenaje, sino también para prevenir inundaciones, plagas y otros problemas que pudiesen surgir por el mal estado de la infraestructura.

Las acequias de Valencia son testigos de un legado agrícola que ha perdurado durante ocho siglos, y el esfuerzo por mantenerlas en óptimas condiciones es un recordatorio del valor histórico que tienen para la comunidad.

Por tanto, la reciente adjudicación del contrato representa un paso significativo hacia la conservación de este recurso vital, que ha sido la base de la vida y cultura agrícola de la ciudad durante generaciones.

Valencia ha sido reconocida por su preocupación y gestión del agua, tratándose de un ejemplo a seguir en la gestión sostenible de recursos hídricos, algo que también ha sido relevante en el contexto latinoamericano, siendo Colombia, por ejemplo, un país que observa los métodos valencia para mejorar sus propios sistemas de riego y gestión del agua.