El Ayuntamiento de València impulsa cambios en las ordenanzas para reducir tiempos en licencias y regular las obras en el dominio público, buscando una ciudad más moderna y ordenada.

Estas normativas, que pasarán a exposición pública tras resolver posibles alegaciones, pretenden facilitar el crecimiento económico, reducir los tiempos de trámite y mejorar la calidad de las intervenciones en el espacio público.
La primera de estas ordenanzas regula las #licencias urbanísticas y de actividades, un aspecto clave para la dinamización económica de València. Según el concejal de Urbanismo, Juan Giner, esta actualización responde a un compromiso asumido por la alcaldesa en el marco del denominado 'plan de choque' para desbloquear la tramitación de licencias.
Supuestamente, en los últimos dos años, el tiempo medio para obtener estas licencias se ha reducido en más del 50%, lo que supone un avance significativo en la agilización de trámites administrativos.
Giner también destacó que esta medida contribuirá a potenciar la actividad económica y la generación de empleo, al facilitar la apertura de negocios y la realización de obras.
Esta normativa busca, además, mejorar la relación con los ciudadanos, simplificando los procedimientos y promoviendo la gestión electrónica, lo que permitirá un uso más eficiente de los recursos municipales.
La digitalización de los procesos es vista como una forma de garantizar mayor seguridad jurídica y transparencia, además de reducir la burocracia. Sin embargo, no han faltado las críticas por parte de algunos grupos políticos, como el portavoz del Grupo Compromís, Papi Robles, quien expresó su preocupación por el aumento en la regulación de viviendas turísticas y el posible descontrol en la ciudad.
A este respecto, Giner afirmó que el Ayuntamiento ha ordenado el cierre de aproximadamente 700 apartamentos turísticos, logrando revertir más de mil en viviendas residenciales para familias.
Por otro lado, la segunda ordenanza aprobado en la misma sesión regula las obras en el dominio público municipal, específicamente las zanjas y obras en la vía pública para la instalación de servicios públicos y privados.
Esta normativa, que data de 1997, ha sido actualizada para adaptarse a las condiciones actuales y mejorar la gestión de las obras en las calles de València.
Según Giner, el objetivo principal es cuidar lo pequeño y evitar las cicatrices que dejan las obras en el suelo urbano, así como prevenir hundimientos y daños en las calles.
Desde junio de 2023, se han autorizado cerca de 57.776 zanjas en toda la ciudad, de las cuales aproximadamente el 26% corresponden a trabajos solicitados por comunidades vecinales, un incremento del 17,1% respecto al mismo período del año anterior.
La nueva ordenanza establece requisitos técnicos y criterios de coordinación para estas obras, con el fin de reducir las molestias a los vecinos y mantener la ciudad en mejores condiciones.
La actualización de las ordenanzas urbanísticas y de obras pretende también favorecer una gestión más eficiente y transparente
Supuestamente, estas medidas reflejan una voluntad del Ayuntamiento de València de avanzar hacia una ciudad más moderna, ordenada y sostenible. La actualización de las ordenanzas urbanísticas y de obras pretende también favorecer una gestión más eficiente y transparente, en línea con las tendencias de #urbanismo inteligente que están transformando muchas ciudades europeas.