El Ayuntamiento de València aprueba una nueva ordenanza que busca regular las obras en el subsuelo y evitar daños en la superficie urbana, con una inversión significativa en mejoras y modernización.

La iniciativa, que todavía debe ser ratificada por el Pleno municipal, lleva por nombre 'Ordenanza de obras en el dominio público municipal para la instalación de servicios públicos', y tiene como principal objetivo reducir las cicatrices y daños en el suelo causado por las excavaciones y zanjas para la instalación de servicios básicos.
Supuestamente, esta actualización normativa busca responder a la necesidad de modernizar una normativa que data del año 1997, y que ya no era suficiente para afrontar las demandas actuales de infraestructura y servicios en la ciudad.
La nueva regulación pretende establecer unos criterios técnicos y de coordinación que aseguren que las obras en la vía pública sean realizadas de forma más eficiente, segura y respetuosa con el entorno urbano.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, afirmó que con esta normativa València aspira a convertirse en una ciudad con mayor presencia, mejor imagen y mayor atractivo para residentes y visitantes.
Según Giner, "el cuidado y atención a estos aspectos hacen que la ciudad sea más agradable, más limpia y más respetuosa con su entorno".
Uno de los aspectos más destacados de la ordenanza es la regulación de las excavaciones y zanjas que afectan al dominio público, con especial atención a evitar las cicatrices en el pavimento y los hundimientos en el firme.
Desde junio de 2023, se han autorizado aproximadamente 52.000 zanjas en toda la ciudad, siendo un 20% de ellas obras solicitadas por comunidades vecinales o particulares.
Supuestamente, en ese período, las obras solicitadas por particulares han aumentado un 17,1% en comparación con el mismo período del año anterior, lo que evidencia una mayor demanda de mejoras en las viviendas y sus entornos.
Para coordinar estas tareas, en 1992 se creó la Oficina de Coordinación de Obras de València (Ocoval), que trabaja en colaboración con empresas privadas como Telefónica, Naturgy, Emivasa y otras, para gestionar las licencias, la seguridad y la calidad de las obras.
La ordenanza promueve la adopción de técnicas y materiales que disminuyan los daños en la superficie y reduzcan los tiempos de intervención
Además, la ordenanza promueve la adopción de técnicas y materiales que disminuyan los daños en la superficie y reduzcan los tiempos de intervención, lo que se traduce en menos molestias para los ciudadanos y menor impacto visual en las calles.
Presuntamente, la inversión en estas mejoras supera los 2 millones de euros, cantidad que se destinará a la modernización de #infraestructuras y la protección del patrimonio urbano.
Supuestamente, estas acciones forman parte de un plan más amplio del Ayuntamiento para revitalizar y embellecer la ciudad, promoviendo un #urbanismo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.