La ciudad de València inicia la regulación del alquiler de motos eléctricas, buscando una movilidad más sostenible y eficiente.

La ciudad de València está en proceso de regularizar el alquiler de motos eléctricas, una iniciativa que busca ofrecer a sus ciudadanos un medio de transporte alternativo y respetuoso con el medio ambiente.
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha destacado que el motosharing se presenta como "una opción eficiente y sostenible para la movilidad en la ciudad".
Hasta ahora, las empresas que ofrecían este servicio operaban sin la autorización necesaria del Ayuntamiento, lo que ha creado un vacío legal que dificultaba su funcionamiento.
Carbonell criticó que el gobierno anterior propuso una regulación que no fue aprobada, lo que dejó a las empresas en una situación de incertidumbre.
"Es esencial que se regule esta actividad, ya que es un servicio que se ha vuelto necesario para los ciudadanos", afirmó el concejal.
La nueva regulación permitirá que cada compañía establezca un número específico de motos de alquiler, garantizando así un servicio óptimo y eficiente.
Carbonell enfatizó que la implementación de este sistema no solo facilitará el transporte dentro de la ciudad, sino que también contribuirá a la reducción de vehículos contaminantes, lo que disminuirá tanto la contaminación acústica como la atmosférica.
De acuerdo a la Ordenanza de Movilidad vigente desde 2019, se contempla la regulación de vehículos de alquiler sin conductor, incluyendo las motos eléctricas.
Sin embargo, la anterior administración había limitado el número de vehículos a 133 por empresa, lo que generó un intenso debate en el sector. Esta limitación fue cuestionada por diversas asociaciones, incluyendo la Asociación Española de la Economía Digital (ADIGITAL) y la Asociación de Empresas para el desarrollo e impulso de la movilidad eléctrica (AEDIVE), que argumentaron que tal restricción ponía en riesgo la viabilidad del negocio.
La Secretaría del Consejo para la Unidad del Mercado revisó la cuestión y concluyó que las restricciones deberían aplicarse considerando principios de necesidad y proporcionalidad.
A pesar de estas recomendaciones, el Ayuntamiento de València no abordó la reclamación presentada, lo que llevó a la situación actual en la que la regulación del motosharing estaba estancada.
Con la nueva moción presentada, se espera que el Ayuntamiento inicie las acciones necesarias para regularizar esta actividad de manera efectiva. Carbonell subrayó que el motosharing no solo es una alternativa viable, sino que también es una medida clave para fomentar una movilidad más respetuosa con el medio ambiente.
La regulación del alquiler de motos eléctricas en València se alinea con las tendencias globales hacia una mayor sostenibilidad y movilidad urbana responsable.
En los últimos años, muchas ciudades en toda Europa han adoptado medidas similares, promoviendo el uso de vehículos eléctricos para reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire.
La esperada regulación en València podría servir como un modelo a seguir para otras ciudades que buscan modernizar sus sistemas de transporte y adoptar prácticas más ecológicas.