El Ayuntamiento de València inicia las obras para un carril bici que conectará varios barrios del sur de la ciudad, promoviendo una movilidad más ecológica y segura.

El proyecto, que forma parte de los presupuestos participativos de 2017, se financia en un 90% con fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, y cuenta con un presupuesto aproximado de 1.250.000 euros, lo que equivale a unos 1.500.000 dólares o aproximadamente 1.350.000 euros en moneda local, incluyendo impuestos.
El nuevo #carril bici tendrá una extensión de 1.200 metros y recorrerá toda la avenida Gaspar Aguilar, desde la plaza de Jesús hasta Doctor Tomàs Sala, proporcionando una conexión segura y bidireccional entre los barrios de l’Hort de Senabre, Favareta, La Raïosa y Patraix.
La infraestructura se segregará de la calzada principal, situándose junto a la acera este, separado por un pequeño espacio de aparcamiento en línea, para garantizar mayor seguridad a los ciclistas.
Este proyecto no solo facilitará la #movilidad ciclista en la zona, sino que también implicará una reestructuración del tráfico en la avenida. Se mantendrán los dos carriles en dirección hacia la avenida Doctor Tomàs Sala, pero en sentido contrario hacia Campos Crespo se reducirá a un solo carril para optimizar el espacio y mejorar la circulación.
Además, en la reurbanización de la zona se prevé ampliar las zonas peatonales, mejorar la accesibilidad para personas con movilidad reducida y crear dos nuevos pasos de peatones semaforizados, con el fin de facilitar el cruce seguro en un área de gran afluencia.
El proyecto, adjudicado a la empresa Alcudia Servicios y Obras SL, tiene un plazo de ejecución de aproximadamente cuatro meses y medio. La iniciativa ha sido muy bien valorada por la comunidad local y las asociaciones de ciclistas, que ven en ella un paso importante hacia una ciudad más ecológica y saludable.
En línea con las tendencias globales de #sostenibilidad urbana
Supuestamente, esta actuación se enmarca en las políticas municipales para potenciar el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo, en línea con las tendencias globales de sostenibilidad urbana.
Además, se espera que la mejora en la infraestructura ciclista contribuya a reducir la congestión vehicular y las emisiones contaminantes, en consonancia con los compromisos internacionales de la ciudad en materia de lucha contra el cambio climático.
Este tipo de proyectos no son aislados en València, ya que la ciudad ha estado invirtiendo en diversas #infraestructuras verdes y de movilidad en los últimos años.
La implementación de carriles bici en diferentes barrios, junto con la peatonalización de zonas y la ampliación del transporte público, forman parte de un plan estratégico para transformar la ciudad en un referente de sostenibilidad en la región mediterránea.
Se estima que, con estas inversiones, la ciudad podría reducir sus emisiones de CO2 en un 20% para el año 2030, contribuyendo así a los objetivos europeos de neutralidad climática.