A partir del próximo curso escolar 2025-2026, Nueva York será el primer estado en limitar el uso de teléfonos inteligentes durante toda la jornada escolar, buscando potenciar la concentración y el bienestar de los estudiantes.
La nueva legislación prohíbe el uso de teléfonos inteligentes y otros dispositivos con conexión a internet durante toda la jornada escolar, desde la primera hasta la última campana.
Supuestamente, esta iniciativa busca reducir las distracciones digitales y promover un entorno de aprendizaje más saludable y enfocado.
Cuando comience el ciclo escolar 2025-2026 en otoño, #Nueva York se convertirá en el estado más grande del país en implementar esta restricción, que afectará tanto a las escuelas públicas como a las charter y a las instituciones educativas cooperativas (BOCES).
La ley establece que todos los distritos escolares deben publicar su política de entorno libre de distracciones antes del 1 de agosto, garantizando que la comunidad educativa esté informada y preparada.
Supuestamente, la medida ha sido respaldada por una amplia coalición de líderes educativos, expertos en salud mental y organizaciones de padres. La gobernadora Hochul afirmó: “Nunca dejaré de trabajar para ofrecer los mejores resultados a nuestros niños. Hoy marca el fin de la era de las distracciones digitales en las escuelas de Nueva York. Nuestro compromiso es crear espacios de aprendizaje más seguros y efectivos”.
Esta política no solo busca mejorar el rendimiento académico, sino también reforzar la salud mental y emocional de los estudiantes. Presuntamente, estudios recientes indican que el uso excesivo de teléfonos puede afectar negativamente la concentración, el sueño y las relaciones sociales de los jóvenes.
Además, expertos en psicología educativa argumentan que un entorno sin dispositivos digitales ayuda a fortalecer habilidades sociales, empatía y la participación en actividades presenciales.
La legislación contempla varias exenciones para casos específicos. Por ejemplo, los estudiantes que necesiten acceso a dispositivos por motivos médicos, para gestionar condiciones de salud mental, o en situaciones de emergencia, podrán utilizarlos.
Asimismo, se permitirá el uso de tablets o laptops proporcionados por las escuelas, siempre que se utilicen con fines educativos.
Supuestamente, los fondos públicos destinados a esta iniciativa ascienden a unos 12 millones de euros, destinados a la compra de soluciones de almacenamiento seguro para teléfonos, facilitando así su restricción durante el horario escolar.
Los docentes, padres y estudiantes participarán en el proceso de elaboración de las políticas locales para asegurar una implementación efectiva.
El movimiento por un entorno escolar sin teléfonos no es exclusivo de Nueva York
El movimiento por un entorno escolar sin teléfonos no es exclusivo de Nueva York. Presuntamente, otros estados y países están evaluando medidas similares, motivados por evidencias que señalan que las distracciones digitales perjudican la atención y el aprendizaje.
Como dato histórico, en los años 80 y 90, las escuelas enfrentaron desafíos similares con la introducción de tecnologías como las calculadoras y las computadoras, que en su momento generaron debates sobre su impacto en la educación.
El objetivo principal de esta ley es devolver el protagonismo a las actividades presenciales, promover la interacción social y fortalecer la salud mental de los estudiantes.
