Una falla en la nave Voyager 1 está causando problemas en el envío de datos a la Tierra desde una distancia de más de 24 mil millones de kilómetros.

La nave Voyager 1, lanzada por la NASA en 1977, se encuentra a más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra.

Ahora, una falla está enviando datos corruptos de regreso al suelo.

En noviembre pasado, la nave espacial Voyager 1 comenzó a enviar señales de radio incomprensibles a la Tierra.

Los ingenieros han identificado el problema, pero intentar reparar un dispositivo de 46 años en una nave a 24 mil millones de kilómetros de la Tierra no es fácil.

El sistema de Voyager 1 que envía datos a casa está fallando, lo que impide que la computadora funcione como debería.

Tras el encuentro con Saturno, Voyager 1 fue lanzado hacia arriba por la gravedad de Saturno en una trayectoria hacia el norte, por encima del plano orbital en el que la mayoría de los planetas orbitan alrededor del Sol, saliendo de nuestro sistema solar.

La NASA extendió su misión y desde allí se convirtió en el primer objeto hecho por humanos en aventurarse en el espacio interestelar en 2012.

Voyager 2, sin embargo, estaba dirigido hacia Urano y Neptuno, que estaban convenientemente posicionados en una rara alineación con Júpiter y Saturno, lo que lo convirtió en la única nave espacial en visitar esos mundos distantes.

Tras el gran recorrido por el sistema solar exterior, Voyager 2 también fue lanzado hacia el espacio interestelar en 2018 cuando su misión se extendió y donde continúa en su viaje hasta hoy.

Después de un viaje de 42 años, Voyager 2 se vuelve interestelar.

Voyager 1 capta el 'zumbido' del espacio interestelar.

Mientras que sus misiones principales habían terminado, ambas naves espaciales seguían en buen estado de salud, en gran parte gracias a sus fuentes de energía nuclear o Generadores Electrotérmicos de Radioisótopos (RTG). Estos contenedores contienen pequeñas cantidades de plutonio que proporcionan calor que se convierte directamente en electricidad sin partes móviles.

Tienen una vida útil esperada de alrededor de 50 años y han mantenido los instrumentos de los Voyager en funcionamiento.

Ahora, mientras ambas naves espaciales continúan su viaje a través del espacio entre las estrellas, están mostrando signos de su edad.

Para Voyager 1, el problema parece estar en el subsistema de datos de vuelo (FDS) que empaqueta datos de los instrumentos científicos para la transmisión a la Tierra.

Los científicos no saben si el módulo defectuoso fue corrompido por rayos cósmicos o simplemente se desgastó, pero dicen que son optimistas de que puedan encontrar una solución al problema, aunque llevará algo de tiempo.