La ciudad canadiense de Toronto introduce comederos especiales con contraceptivos para controlar su población de palomas, buscando reducirla en un 50% anual.
Toronto ha expandido sus esfuerzos para controlar la población de palomas en la ciudad con la reciente instalación de un nuevo comedero en el centro, que contiene alimento con contraceptivos para estas aves.
Este nuevo sistema fue montado en Nathan Phillips Square, y representa el quinto comedero que la ciudad ha implementado, todo como parte de un proyecto piloto iniciado en mayo de 2022.
La iniciativa busca reducir la cifra de palomas en un 50% cada año, un objetivo que es respuesta a las numerosas quejas de los residentes sobre la incomodidad que generan estas aves.
Desde el año 2022, Toronto había instalado ya cuatro comederos adicionales en tejados, buscando nuevamente una solución que no implicara medidas drásticas como la caza o envenenamiento de las aves.
Según la doctora Esther Attard, directora de Servicios Animales de Toronto y veterinaria de la ciudad, la elección de un comedero en el nivel del suelo en Nathan Phillips Square responde a la costumbre de las palomas de alimentarse en el suelo, haciendo que se acerquen a este nuevo dispositivo.
Attard explicó que uno de los principales problemas identificados es que los ciudadanos perciben a las palomas como una molestia. Las quejas no se limitan solo a la presencia de excrementos en espacios públicos o en la cercanía de restaurantes, sino que también abarcan la dificultad para disfrutar de áreas verdes y terrazas debido a la intervención de estas aves en busca de comida.
El método elegido tiene un enfoque humanitario, ya que, a través de un contraceptivo específico, las palomas podrían seguir poniendo huevos pero quedarán infértiles, lo que conllevaría una disminución gradual de la población.
Este tipo de control poblacional es considerado más ético y responsable, especialmente en comparación con métodos que podrían causar la muerte de los animales.
Aunque no hay cifras precisas sobre la cantidad de palomas en Toronto, el promedio de vida de estas aves en la ciudad es de dos a tres años, principalmente por su dificultad para encontrar alimentos que les sean adecuados.
Los comederos, que se han conseguido de un proveedor de Barcelona, España, tienen un costo aproximado de 500 euros mensuales cada uno. El dispositivo ubicado en Nathan Phillips Square está programado para liberar el alimento al amanecer, estableciendo una rutina que incentiva a las palomas a regresar diariamente.
Attard añadió que se espera que, tras un análisis exhaustivo de los resultados de los comederos, se pueda presentar un informe el próximo año sobre la efectividad del proyecto, y que en 2025 se tomarán decisiones sobre los siguientes pasos a seguir con esta iniciativa.
La idea es formalizar un enfoque que atienda las preocupaciones de los ciudadanos al tiempo que se respeta la vida silvestre urbana.
Este esfuerzo se inscribe dentro de un contexto más amplio, donde animales que históricamente eran parte del entorno urbano, como palomas y otros, han comenzado a ser considerados plagas en la vida contemporánea.
Los residentes de la ciudad han expresado su deseo de encontrar maneras de mantener la coexistencia sin que estos animales comprometan su calidad de vida.