La tarea de encontrar vida en la luna Titán de Saturno podría ser más complicada de lo que previamente se había considerado.

Un estudio reciente descubrió que transportar materia orgánica desde la superficie de Titán a su profundo océano no es suficiente para sustentar la vida.

Sin embargo, eso no implica que la búsqueda de vida en nuestro sistema solar esté acabada.

Aunque no es imposible, y hay muchas más lunas por explorar en la galaxia.

El estudio publicado en la revista Astrobiology se centró en la posibilidad de vida en Titán, la luna más grande de Saturno.

La pregunta que se planteó fue si algo chocara contra Titán, creando un cráter de impacto, ¿podrían los orgánicos en la superficie llegar al océano donde podrían sostener la vida? La respuesta, desafortunadamente, fue negativa.

Incluso en el escenario más optimista que pudieron imaginar, la cantidad de orgánicos que llegaban al océano era bastante reducida, lo que hacía que la existencia de vida fuera muy difícil de mantener en el tiempo.

O en un escenario un poco más optimista, tal vez esté presente, pero en cantidades tan mínimas que necesitaríamos mejores instrumentos para detectar dicha actividad en niveles muy bajos.

Así que no es la biosfera próspera que habíamos esperado.

Sin embargo, eso no necesariamente significa que la búsqueda de vida en otras lunas heladas, o incluso en Titán en particular, esté acabada.

Hay mucho sobre Titán que todavía desconocemos.

Una científica planetaria en la Universidad Johns Hopkins señaló que un estudio como este planteaba muchas incógnitas, ya que todavía no conocemos lo que hay en la superficie de Titán.

Además, no sabemos desde cuándo Titán tiene su atmósfera densa que transporta orgánicos hacia la superficie.

Aunque una investigadora está escéptica sobre la existencia de vida subterránea en lunas heladas, no lo descarta por completo en Titán.

En la Tierra, la vida no se distribuye de manera uniforme por todo el océano, sino que se concentra en microhábitats que quizás se agrupan cerca del fondo marino... No está distribuida uniformemente.

Así que existe la esperanza de que tal vez en Titán, los orgánicos no se distribuyan de manera uniforme por todo el océano, sino que permanezcan atrapados cerca de la interfaz hielo-oceáno.

Además, existe la posibilidad de que ocurra algo debajo de la superficie, a cientos de kilómetros bajo el hielo, que podría sostenerla.

También hay otros lugares en el sistema solar que son buenos candidatos, incluyendo dos de los más comentados: Encélado y Europa.

En 2005, la sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea (parte de la misión conjunta Cassini-Huygens de la NASA-ESA) nos dio el primer vistazo a lo que se encuentra debajo de la densa atmósfera anaranjada de Titán, y fue una sorpresa.

Mientras descendía, capturó grandes cuerpos de agua, más tarde confirmados como hechos de hidrocarburos, y, una vez en el suelo, guijarros suaves.

Esa ha sido la única misión a la superficie de otra luna.

Y aunque los datos recopilados fueron invaluables, fueron limitados.

Pero eso está a punto de cambiar.

La NASA planea enviar una misión de aeronaves llamada Dragonfly, que volará alrededor de Titán recopilando información crítica que ayudará a los astrónomos y astrobiólogos a estudiar más a fondo la luna y su composición.

Ambas científicas están esperando ansiosamente el lanzamiento, programado para algún momento en 2028.

Y en octubre, la nave Europa Clipper será lanzada a su luna homónima que orbita Júpiter.

Junto con la luna de Saturno Encélado, se considera un lugar prometedor para buscar vida, ya que expulsa partículas al espacio desde fisuras en la capa de hielo superficial.

Con tantas lunas únicas en nuestro sistema solar, abundan los lugares para buscar vida.

Se espera que estos avances en la exploración espacial nos ayuden a entender mejor las posibilidades de vida en nuestras vecindades cósmicas y aporten datos valiosos a la ciencia.

El universo es vasto y misterioso, y la investigación científica nos acerca cada vez más a descubrir sus secretos más profundos.