Las acciones de Tesla sufren una fuerte caída tras un conflicto público entre Elon Musk y Donald Trump, que genera incertidumbre en los inversores sobre el futuro de la compañía y sus proyectos de vehículos autónomos.

El pasado jueves, las acciones de Tesla experimentaron una caída abrupta de más del 14%, eliminando aproximadamente 135.000 millones de euros de su valor en bolsa, en medio de una creciente preocupación entre los inversores por la disputa pública entre Elon Musk y el expresidente Donald Trump.
La tensión se desató después de que Musk comentara en redes sociales que Trump no habría sido elegido sin su ayuda, provocando una respuesta de Trump en su plataforma Truth Social, donde sugirió que podría ordenar al gobierno federal cortar contratos y subsidios a Tesla y otras empresas de Musk.
Este enfrentamiento ha generado una gran incertidumbre en los mercados, especialmente en un momento en que Tesla se encontraba en plena fase de expansión de su programa de vehículos autónomos.
La compañía había anunciado que probaría en Austin, Texas, un servicio de taxis sin conductor, una innovación que se esperaba revolucionara el sector del transporte y que, en los últimos meses, había impulsado el valor de mercado de la firma de Elon Musk.
Sin embargo, las declaraciones de Trump y su amenaza de reducir los apoyos gubernamentales han puesto en duda la viabilidad de estos proyectos.
Históricamente, Tesla ha dependido en buena medida de subsidios y contratos públicos, especialmente en Estados Unidos, donde la política ha jugado un papel importante en el desarrollo de tecnologías verdes y movilidad eléctrica.
La posible suspensión de estos apoyos podría retrasar significativamente los planes de Musk, que aspira a tener una flota de robotaxis en al menos 20 ciudades para el próximo año.
Analistas como Dan Ives, de Wedbush Securities, han señalado que una escalada en las regulaciones y en la retórica política podría complicar la hoja de ruta de Tesla, afectando también a SpaceX, otra de las empresas de Musk que está en plena fase de desarrollo de un cohete gigante para enviar astronautas a la Luna en 2024.
Por otro lado, SpaceX ha logrado recientemente una valuación de aproximadamente 330 mil millones de euros tras una ronda de financiamiento privada y la venta de acciones en el mercado secundario, consolidándose como una de las empresas más valiosas del sector aeroespacial.
Hackers piratean funciones de suscripción de Tesla
Un grupo de hackers logró piratear el acceso a funciones de suscripción de Tesla, una de las marcas de automóviles más tecnológicas del mundo. Este ataque cibernético permitió el acceso remoto a funciones pagas como la calefacción de los asientos y el paquete completo de conducción autónoma, cuyo valor en suscripción alcanza los 15.000 dólares. Los investigadores lograron vulnerar los sistemas de Tesla mediante una técnica conocida como 'jailbreaking', que consiste en explotar los defectos del dispositivo para instalar software distinto al proporcionado por el fabricante. Además de acceder a estas funciones, los hackers también obtuvieron datos personales almacenados en el sistema de infoentretenimiento del vehículo, como la lista de contactos del conductor, registros de llamadas y contraseñas de Wi-Fi.La relación de Musk con Trump, que en el pasado favoreció beneficios políticos y comerciales, ahora parece estar en el centro de una controversia que podría impactar en futuras decisiones empresariales.
Además, la compañía de internet satelital Starlink, subsidiaria de SpaceX, también ha obtenido beneficios de esta cercanía con la Casa Blanca, especialmente tras anuncios de acuerdos con Arabia Saudita para usar sus servicios en aviación y marítimo.
Sin embargo, la política proteccionista y las amenazas de aranceles por parte de Trump han generado tensiones en otros países, como Bangladesh, Pakistán e India, donde Musk ha cerrado acuerdos comerciales en un contexto de incertidumbre geopolítica.
En medio de estos acontecimientos, Elon Musk ha planteado en X, la plataforma antes conocida como Twitter, la posibilidad de crear un nuevo partido político en Estados Unidos para representar a un 80% de la población, en una iniciativa que aún está en fase de sondeo público.
La volatilidad en los mercados y las disputas políticas parecen marcar un momento crucial para Tesla y sus empresas relacionadas, que enfrentan desafíos tanto en el ámbito regulatorio como en el estratégico.
En resumen, las recientes tensiones entre Elon Musk y Donald Trump han provocado una caída significativa en el valor de Tesla, poniendo en entredicho el futuro de sus proyectos de movilidad autónoma y afectando la percepción de los inversores sobre la estabilidad de la compañía en un escenario cada vez más polarizado políticamente.
La evolución de esta disputa será determinante para entender el rumbo de Tesla y SpaceX en los próximos años, en un contexto global donde la innovación y la política parecen ir de la mano.
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