El nuevo telescopio espacial, que busca materia oscura y energía oscura en nuestro universo, revela imágenes deslumbrantes de objetos celestes nunca antes vistos.

Un nuevo telescopio espacial se ha lanzado con el objetivo de estudiar la materia oscura y la energía oscura, que componen aproximadamente el 95 por ciento de nuestro universo pero no se pueden ver a simple vista.

El telescopio, llamado Euclid, será operado por la Agencia Espacial Europea (ESA) durante una misión de seis años.

Durante este tiempo, el telescopio observará las formas, distancias y movimientos de miles de millones de galaxias que se extienden hasta 10 mil millones de años luz, creando así el mapa cósmico en 3D más grande jamás realizado.

Euclid ha revelado las primeras imágenes impresionantes de objetos celestes nunca antes vistos.

Uno de ellos es la Nebulosa de la Cabeza de Caballo, también conocida como Barnard 33, ubicada en la constelación de Orión.

Los científicos esperan encontrar diversos planetas del tamaño de Júpiter, en etapas tempranas de su formación, así como estrellas jóvenes y enanas marrones en esta zona de formación estelar.

Además, Euclid ha captado una imagen revolucionaria del Cúmulo de Perseo, donde se pueden observar 1000 galaxias pertenecientes al cúmulo y más de 100,000 galaxias adicionales en el fondo.

Muchas de estas galaxias débiles no se habían visto antes y algunas son tan distantes que su luz ha tardado 10 mil millones de años en llegar a nosotros.

Estudiar la distribución y formas de estas galaxias permitirá a los cosmólogos obtener más información sobre cómo la materia oscura ha influido en la formación del universo.

Euclid tiene programado realizar imágenes de miles de millones de galaxias a lo largo de su vida útil, revelando así la influencia invisible de la materia oscura y la energía oscura en ellas.

Es por eso que una de las primeras galaxias observadas por Euclid ha sido apodada la 'Galaxia Oculta', también conocida como IC 342 o Caldwell 5. Gracias a su espectro infrarrojo, Euclid ya ha descubierto información crucial sobre las estrellas en esta galaxia, que es similar a nuestra Vía Láctea.

Por último, Euclid nos brinda una imagen fascinante de un cúmulo globular llamado NGC 6397. Se trata del segundo cúmulo globular más cercano a la Tierra, situado aproximadamente a 7,800 años luz de distancia.

Los cúmulos globulares son agrupaciones de cientos de miles de estrellas unidas por la gravedad.

Hasta ahora, ningún otro telescopio aparte de Euclid ha podido observar un cúmulo globular en su totalidad y, al mismo tiempo, distinguir tantas estrellas en él.

Estas débiles estrellas nos proporcionan información sobre la historia de nuestra galaxia y la ubicación de la materia oscura.

Euclid ha comenzado a revelarnos los secretos cósmicos más profundos y, sin duda, continuará asombrándonos a medida que avance en su misión de explorar los misterios de la materia y la energía oscura en nuestro vasto universo.