Las telarañas no solo atrapan presas, también están llenas de ADN animal, lo que las convierte en una herramienta poderosa para medir la biodiversidad.

Investigadores australianos afirman que las telarañas son una herramienta poderosa para medir la biodiversidad.

Además de atrapar insectos, las superficies pegajosas también contienen una gran cantidad de materiales genéticos de decenas de especies animales.

En un nuevo estudio realizado en Perth, Australia, se identificó ADN de 93 invertebrados diferentes en las telarañas.

Este hallazgo ha abierto las puertas a la innovadora investigación del ADN ambiental.

El ADN ambiental (eDNA) es el material genético que todos los seres vivos liberan mientras se mueven por el mundo, en forma de células muertas de la piel.

En los últimos años, los científicos han recolectado ADN de suelos, agua, plantas y ahora también de las telarañas.

Incluso se puede extraer el ADN del aire.

Esta técnica se utiliza para rastrear especies elusivas, como el topo dorado en Sudáfrica, que se creía extinto.

Los investigadores recolectaron telarañas en un santuario animal en Perth y en el zoológico de la misma ciudad.

En ambos lugares encontraron ADN de numerosas especies, incluyendo mamíferos y aves nativas.

Esto revela la presencia de una amplia variedad de animales en las áreas cercanas a las telarañas.

La recolección de ADN a partir de las telarañas es una técnica más rápida y sencilla en comparación con otros métodos.

Además, evita las dificultades causadas por la presencia de inhibidores orgánicos que dificultan la detección de ADN en muestras de suelo y otros materiales.

Aunque el eDNA tiene sus limitaciones y solo permite identificar la presencia de animales, no la cantidad, sigue siendo una herramienta valiosa para medir la biodiversidad.

En el futuro, se espera que los científicos utilicen esta técnica en combinación con otros métodos, como la extracción de ADN del aire mediante filtros.

Mientras tanto, la recolección de telarañas se ha convertido en una actividad de investigación emocionante que arroja nueva luz sobre la biodiversidad y abre nuevas oportunidades para la conservación de especies en peligro de extinción.