La compañía liderada por Elon Musk ha superado su propio récord de lanzamientos, reafirmando su dominio en el acceso al espacio con cohetes reutilizables.
El 15 de octubre de 2024, SpaceX llevó a cabo su centésimo lanzamiento, seguido de otro dos horas después, marcando así su 101ª misión del año.
Esta hazaña no solo supera su récord anterior de 98 lanzamientos en 2023, sino que también subraya el compromiso de la compañía por facilitar el acceso al espacio mediante el uso de cohetes reutilizables.
El cohete Falcon 9, que realizó estas misiones, ha demostrado ser un vehículo clave para el envío de múltiples satélites Starlink a órbitas bajas.
En una semana, SpaceX completó cinco lanzamientos significativos, destacando el vuelo del vehículo de lanzamiento pesado Falcon Heavy, que envió a la misión Europa Clipper en trayecto hacia Júpiter.
Esta misión tiene como objetivo investigar la luna helada de Júpiter, Europa, en busca de posibles signos de vida.
Asimismo, el 9 de octubre, un Falcon 9 lanzó la sonda Hera de la Agencia Espacial Europea, que evaluará los daños en el asteroide que fue impactado por la misión DART de la NASA en 2022.
Lo que diferencia a SpaceX de sus competidores históricos es su enfoque en la reutilización.
Antes de su llegada, el programa espacial mundial dependía de cohetes desechables que, una vez utilizados, eran descartados.
Para poner esto en perspectiva, NASA ha gastado aproximadamente 1.9 mil millones de euros por cada lanzamiento del cohete Space Launch System (SLS), que solo ha volado una vez hasta la fecha.
Por otro lado, un lanzamiento del Falcon 9 cuesta alrededor de 78 millones de euros, y SpaceX ha demostrado que puede recuperar y volver a utilizar cohetes, lo cual cambia el paradigma de los costos en la industria espacial.
Históricamente, el primer satélite, Sputnik, fue lanzado en 1957, iniciando la era moderna de la exploración espacial.
Sin embargo, gran parte de los cohetes que se han utilizado para enviar naves al espacio no han sido recuperables y han terminado en el fondo del océano, particularmente en áreas como Cabo Cañaveral, donde se pueden encontrar restos de lanzamientos anteriores.
Desde su entrada al mercado espacial, SpaceX ha demostrado que es posible lograr un acceso más económico y eficiente al espacio.
Las innovaciones, como el sistema de recuperación de cohetes, donde un cohete, tras completar su misión, es capaz de aterrizar en plataformas flotantes o en tierra firme, han permitido que hasta el 82% de las misiones incluyan cohetes reciclados.
Algunas unidades han llegado a volar hasta 22 veces, como es el caso del Falcon 9 B1062.
El futuro de SpaceX no solo abarca la posibilidad de vuelos rutinarios hacia la órbita terrestre, sino que también incluye planes para realizar misiones tripuladas a la Luna y potencialmente a Marte.
Con el respaldo tanto de la NASA como del sector militar, SpaceX está ampliando las fronteras de la exploración espacial.
Además, otros países como China y la India están siguiendo el modelo de cohetes reutilizables creado por la compañía de Elon Musk, lo que indica que la era de los lanzamientos espaciales está en un punto de inflexión.
El éxito continuo de SpaceX no solo beneficia a las misiones científicas, sino que también abre camino a un futuro donde la colonización lunar y las expediciones marcianas sean una realidad tangible.
A medida que otros países se suman a esta revolución de la reutilización, el sueño de la exploración espacial podría estar más cerca que nunca.