SpaceX planea el lanzamiento de su cohete Starship y un histórico intento de captura de su booster en la plataforma de lanzamiento.
SpaceX, la empresa de exploración espacial fundada por Elon Musk, está llevando a cabo preparativos para el lanzamiento de su imponente cohete Starship de 37 pisos, que podría tener lugar este domingo, sujeto a la aprobación regulatoria necesaria.
Este lanzamiento, el quinto en la serie de pruebas del Starship, promete ser un espectáculo particularmente intrigante, ya que la compañía tiene la intención de intentar capturar el 'Super Heavy', el impulsor de 21 pisos, justo después del despegue, utilizando un sistema de tecnología innovadora conocido como "chopsticks".
El anuncio de este posible lanzamiento ha tomado a muchos por sorpresa, dado que se esperaba que la Administración Federal de Aviación de EE. UU. (FAA) no diera su veredicto sobre la propuesta de lanzamiento antes de finales de noviembre.
Sin embargo, SpaceX divulgó recientemente que estaba lista para proceder tan pronto como este fin de semana, gracias a la revisión de nueva información por parte de la FAA.
Este próximo vuelo de prueba, conocido como IFT5, ha visto una serie de mejoras desde el último lanzamiento en junio.
Durante el IFT4, los espectadores fueron testigos de cómo el Starship reingresaba a la atmósfera terrestre rodeado de un plasma brillante, aunque sufrió daños en uno de sus aletos debido al intenso calor de reentrada.
Pese a ello, el vehículo espacial logró aterrizar exitosamente en el Océano Índico.
Para esta nueva prueba, el escudo térmico ha sido actualizado para ofrecer una mejor protección.
Uno de los puntos más destacados de esta misión será el intento de capturar el impulsor en la plataforma tras el despegue.
Este complejo proceso se decidirá aproximadamente seis minutos y 50 segundos después del lanzamiento.
Se anticipa un estruendo sonoro considerable en el momento de la reentrada del cohete, lo que representa un movimiento sin precedentes en la historia de la ingeniería aeroespacial.
Históricamente, el intentar recuperar un cohete en pleno vuelo resulta ser una tarea monumental; SpaceX logró capturar sus cohetes Falcon mediante un sistema de aterrizaje más convencional, pero el hecho de usar brazos mecánicos para este nuevo y enorme impulsor representa un hito esencial en su desarrollo.
Además de esto, la compañía enfrenta una serie de obstáculos regulatorios; Elon Musk ha criticado públicamente las multas impuestas por la FAA, que ascienden a 590,000 euros, y ha instado a la renuncia del administrador de la agencia.
Esta tensión resalta la batalla más amplia entre los innovadores privados y las regulaciones gubernamentales que afectan la industria espacial.
Si todo sale según lo planeado y se efectúa el lanzamiento este domingo, se espera que la próxima fase sea llevar el Starship a una órbita completa, un paso crucial para los planes de Musk de un día llevar a humanos a Marte.
Mientras tanto, la NASA también está a la espera de lanzar su misión Europa Clipper, que explorará una luna de Júpiter, y aunque se había programado para esta semana, ha sido aplazada debido a condiciones climáticas adversas.
Los ojos de la comunidad espacial estarán fijamente dirigidos a SpaceX en los próximos días, y el éxito de este lanzamiento podría definir el futuro inmediato de la tecnología espacial y los viajes interplanetarios.