Un nuevo estudio revela que la exposición al radón está en aumento en Canadá, representando un grave riesgo para la salud de millones de canadienses.

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Un reciente estudio nacional ha puesto de manifiesto un preocupante aumento en los niveles de exposición al radón, un gas radiactivo que se filtra en los hogares desde las rocas y el suelo circundante.

Este informe, publicado el 23 de octubre de 2024, es la primera actualización sobre la exposición al radón en Canadá desde el año 2012. Según los hallazgos, la situación ha cambiado de manera significativa, con un incremento de los hogares que superan los niveles de seguridad establecidos por Salud Canadá.

El estudio, dirigido por el profesor Aaron Goodarzi de la Universidad de Calgary, indica que en 2012, solo el 7% de las viviendas canadienses presentaban niveles de radón por encima de los 200 becquereles por metro cúbico, que es considerado el límite seguro.

Sin embargo, en 2024, se realizaron 75,000 mediciones en varios edificios residenciales, lo que reveló que el 17.8% de los hogares excedían estos límites.

Esto implica más del doble del porcentaje detectado hace más de una década.

"Desde mi perspectiva como investigador en este campo, no es sorprendente", comentó Goodarzi, quien ha estado estudiando el problema durante los últimos diez años.

"Como defensor de la prevención del cáncer de pulmón, por supuesto que esto es alarmante". Se estima que unos 10.3 millones de canadienses residen en hogares con altos niveles de radón, lo que eleva su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, convirtiéndolo en la segunda causa de esta enfermedad en el país, especialmente entre los no fumadores.

El informe también destaca que uno de cada cinco edificios residenciales en Canadá se encuentra por encima de los niveles seguros establecidos.


En particular, en regiones como la Costa Atlántica y el Yukón, esta cifra se eleva a uno de cada tres edificios.

Goodarzi advirtió que "no hay área en Canadá que esté libre de riesgo". De hecho, el país es uno de los lugares con los niveles de radón más altos del mundo, como ha sido mapeado a nivel global.

Una de las razones del aumento en los niveles de radón podría ser que las mediciones se realizaron en el sótano o en el primer piso, y con la construcción de nuevas viviendas más eficientes energéticamente, es posible que se esté atrapando más radón en el interior.

Además, el nuevo estudio ha recopilado cinco veces más datos que el realizado en 2012.

Goodarzi enfatizó la importancia de instalar detectores de radón en los hogares y tomar medidas para reducir los niveles de este gas.

También se espera que se implementen cambios en la construcción de nuevas viviendas para abordar este grave problema.

La Dra.

Alison Wallace, cirujana torácica y coautora del informe, expresó su preocupación y destacó que los nuevos datos son más precisos y deben ser tomados en serio.

Jessica Buckley, presidenta de la Fundación de Salud Pulmonar, alabó el trabajo realizado en el informe afirmando que "casi el 18% de los hogares canadienses contienen niveles peligrosos de radón que requieren una acción rápida.

Es peor de lo que pensábamos". Se espera que esta alarma impulse a un número récord de canadienses a comprobar la calidad del aire en sus hogares y lugares de trabajo, promoviendo así una mayor conciencia sobre este peligro latente que afecta a la salud pública en el país.