La ciudad de Ottawa implementa tecnología de drones para controlar la población de mosquitos y prevenir la propagación del virus del Oeste del Nilo.

La ciudad de Ottawa ha dado un paso significativo en la lucha contra los mosquitos, utilizando drones equipados con larvicidas para combatir la propagación del virus del Oeste del Nilo.

Esta estrategia es parte del Programa de Prevención del Virus del Oeste del Nilo, que busca mantener a raya tanto a los mosquitos como a los virus peligrosos que pueden transportar.

La agencia de salud pública de Ottawa ha estado implementando esta tecnología avanzada, suministrada y operada por la empresa GDG Environment.

Richard Trudel, asesor científico de GDG, comentó sobre la efectividad de estos drones, señalando que pueden cubrir áreas más amplias y de difícil acceso.

Los drones más grandes pueden esparcir larvicidas en un radio de seis metros, asegurando que el producto se aplique de manera precisa y eficiente.

La lucha contra el mosquito no se limita a la aplicación de larvicidas.

El programa también lleva a cabo pruebas en las poblaciones de mosquitos para identificar la presencia del virus.

Hasta la fecha, se han detectado cinco grupos de mosquitos infectados y un caso humano de virus del Oeste del Nilo en Ottawa este año.

Esta enfermedad se transmite principalmente por el mosquito común del norte y, aunque sólo una pequeña proporción de personas puede infectarse tras ser picadas, el riesgo de desarrollar síntomas graves aumenta con la edad y en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Además del uso de drones, Ottawa está realizando un monitoreo constante de la población de mosquitos en el terreno.

Por ejemplo, Allyson Hopkin, una estudiante de biología, está contribuyendo a la lucha contra los mosquitos mediante un sistema que le permite dispensar pesticidas en áreas residenciales montada en su bicicleta.

Este dispositivo cuenta con un sistema de aplicación que permite llevar un control de las alcantarillas tratadas por el personal, creando marcas visibles para su seguimiento.

Los larvicidas aplicados son seguros para humanos y mascotas, y han sido aprobados por el Ministerio de Medio Ambiente de Canadá. Los productos utilizados, como VectoLex y Methoprene, son reconocidos por su respeto al medio ambiente, según Allison Samuel, inspectora de salud pública y líder del programa del virus del Oeste del Nilo.

Para reducir el riesgo de picaduras, se recomienda a los ciudadanos utilizar repelentes de insectos, vestir ropa de manga larga y pantalones largos y evitar estar al aire libre durante el amanecer y el atardecer.

También es fundamental eliminar cualquier estancamiento de agua en sus propiedades, ya que los mosquitos requieren agua para reproducirse.

Esto incluye vaciar recipientes como tazones para perros, cubos de basura y bidones de reciclaje.

El impacto de los mosquitos en el bienestar de los residentes es evidente, como lo expresa una familia que ha tenido experiencias negativas con las picaduras.

Comparten que han tenido que llevar a su hijo al hospital tras una picadura que causó una reacción severa.

Sin embargo, con el esfuerzo continuo de la ciudad y la implementación de estas nuevas tecnologías, los residentes esperan que la situación mejore y puedan disfrutar de un verano más seguro.

La integración de drones en la lucha contra los mosquitos no solo representa una innovación tecnológica, sino que también subraya la importancia de abordar de manera efectiva los desafíos relacionados con la salud pública en las comunidades urbanas.

Esto refuerza la necesidad de seguir avanzando en la implementación de medidas proactivas para proteger la salud de la población frente a las amenazas que pueden presentar los insectos portadores de virus.