Descubre cómo la alimentación puede influir en tu salud mental y bienestar emocional. Investigaciones muestran la relación entre los alimentos y la reducción de la depresión y ansiedad.

Una nueva investigación revela que lo que comemos puede tener un impacto directo en nuestra salud mental.

Un estudio muestra que los tipos de microbios que se encuentran en nuestro intestino podrían tener una influencia directa en nuestro estado de ánimo.

Expertos indican que cambiar nuestra dieta es una de las mejores formas de influir en esos microbios y así ayudar a las personas que sufren de enfermedades mentales.

Comer alimentos ricos en fibras, como legumbres y frijoles, se ha asociado con una reducción de los síntomas de la depresión y ansiedad.

Un estudio canadiense encontró que los niños que cumplían con recomendaciones de una alimentación saludable, así como de sueño, actividad física y tiempo frente a pantallas, tenían menos probabilidades de necesitar intervenciones de salud mental cuando eran adolescentes.

Este hallazgo es muy poderoso y demuestra que los niños que consumen alimentos reales tienen menos reportes de ansiedad y depresión.

Por otro lado, un estudio reciente mostró que las personas que consumen una dieta alta en alimentos ultraprocesados ​​tienen un mayor riesgo de depresión.

Esto demuestra una vez más la importancia de llevar una alimentación equilibrada y rica en alimentos naturales.

Nuestro intestino está conectado con el cerebro, lo que explica por qué la dieta puede afectar directamente nuestro estado de ánimo.

Nuestro microbioma, formado por billones de bacterias, juega un papel crucial en la digestión, en el fortalecimiento de la pared intestinal y en el control de la inflamación en nuestro cuerpo.

Cada vez que comemos, estamos alimentando a esas bacterias, tanto las buenas como las malas.

Cuando consumimos alimentos ricos en fibra, estamos alimentando a las bacterias beneficiosas, las cuales envían señales a nuestras células inmunitarias y pueden influir en nuestro estado de ánimo y niveles de ansiedad.

Estudios han demostrado que seguir una dieta mediterránea, similar a la guía alimentaria de Canadá, puede prevenir y reducir los síntomas de la depresión y ansiedad.

Esta dieta incluye verduras, frutas, granos enteros, legumbres, nueces, pescado y cantidades moderadas de productos lácteos, carne y huevos.

La fibra es uno de los elementos comunes de este tipo de dieta y se ha demostrado que tiene beneficios para la salud mental.

Es importante mencionar que los cambios en la dieta no son una cura mágica para los trastornos mentales, ya que estos son causados ​​por una variedad de factores.

Sin embargo, cambiar nuestra alimentación puede tener beneficios adicionales a los de los medicamentos, e incluso puede mejorar el efecto de estos últimos.

Es fundamental continuar investigando sobre esta conexión entre la alimentación y la salud mental, y buscar formas de motivar a las personas a tener una alimentación saludable.

Comer alimentos naturales y reducir el consumo de alimentos ultraprocesados es una manera fácil de mejorar nuestro bienestar mental y emocional.