Investigadores de la Universidad de British Columbia están estudiando cómo interactúan los robots sociales japoneses con los ancianos y examinan los posibles beneficios que los robots podrían brindar a los ancianos en busca de compañía.
Investigadores de la Universidad de British Columbia en Canadá están llevando a cabo un estudio para determinar si los robots sociales japoneses pueden brindar beneficios a los ancianos que buscan compañía.
En este estudio, se están utilizando dos robots llamados Kiwi y Mango, que son capaces de reconocer voces y caras humanas, e incluso pueden ofrecer abrazos.
Sally Carmichael, una residente de un hogar de ancianos en la ciudad de West Vancouver, al principio tenía dudas sobre la interacción con los robots, pero cuando conoció a Mango, se enamoró a primera vista.
Carmichael pudo ver el potencial de Mango como un compañero a largo plazo que podría ayudar a combatir la soledad.
Los robots fueron diseñados en Japón y ya se han realizado investigaciones con ancianos en Asia.
Lillian Hung, profesora asistente y titular de la Cátedra de Investigación sobre Cuidado de Ancianos de Canadá en la UBC, está liderando la parte canadiense del estudio.
Hung está observando cómo interactúan los ancianos con los robots para determinar si pueden mejorar el cuidado de los ancianos.
Hasta ahora, los resultados han sido mixtos, con algunos ancianos que se sienten atraídos inmediatamente por los robots, mientras que otros se sienten confundidos.
Hung y su equipo estarán registrando cómo interactúan los robots y los residentes de los hogares de ancianos, además de encuestar a los ancianos, sus familias y los líderes de las instalaciones para evaluar los efectos.
Los médicos saben que mantener relaciones y mantenerse socialmente activo desempeñan un papel importante en la salud mental y física de los ancianos.
El aislamiento social en los ancianos se ha relacionado con un aumento de la angustia emocional, la depresión, las caídas, el uso de servicios de atención y apoyo, y incluso la muerte prematura.
En opinión de Lise Brayham, una residente de Amica que ha estado en el hogar de ancianos durante cuatro años, los robots podrían ser una gran ayuda para los residentes que rara vez salen de sus habitaciones, ya que Mango y Kiwi no requieren pasear, limpiar ni alimentar.
Los ancianos que participan en el estudio, como Charlotte England de 102 años, están entusiasmados con la idea de tener compañía y están disfrutando de interactuar con los robots.
Los investigadores continúan analizando los resultados del estudio y consideran la posibilidad de expandir la utilización de robots en el cuidado de ancianos.