Una congestión de tráfico masiva causada por robotaxis en San Francisco genera preocupación en la ciudad.

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La ciudad de San Francisco se vio paralizada por una gran congestión de tráfico después de que California aprobara la expansión de los robotaxis.

Diez vehículos autónomos quedaron varados en una transitada calle, provocando un embotellamiento que se extendió por varias manzanas.

El problema fue atribuido a problemas de ancho de banda inalámbrico durante un festival de música muy concurrido.

Aaron Peskin, presidente de la Junta de Supervisores de San Francisco, calificó este hecho como un 'defecto sistémico bastante aterrador' debido a que los teléfonos celulares se saturaron y no pudieron tomar el control de los vehículos.

Esta situación generó una gran cantidad de malestar en los ciudadanos, quienes expresaron su descontento a través de mensajes y llamadas.

La Junta de Supervisores de San Francisco ha utilizado este incidente para solicitar a las autoridades estatales que revoquen la expansión de los robotaxis hasta que se resuelvan problemas como este.

Consideran que es un peligro para la seguridad pública que se permita un número ilimitado de vehículos autónomos mientras persistan estos problemas.

La compañía Cruise, propietaria de los robotaxis, aseguró haber transportado con éxito a miles de personas durante el festival, y que los problemas se solucionaron rápidamente.

Sin embargo, las autoridades continúan preocupadas y sostienen que es necesario que las compañías perfeccionen su tecnología antes de seguir expandiéndose.

Este incidente no es una situación nueva para San Francisco.

Los vehículos autónomos han presentado numerosas fallas en el pasado, y los residentes los han documentado en las redes sociales.

Según Peskin, esto no solo representa un problema para la congestión del tráfico, sino también para los servicios de emergencia, ya que se han registrado más de 60 incidentes en los que los vehículos autónomos han obstruido la labor de los primeros auxilios.

Ante esta situación, Peskin insta a otras jurisdicciones a tomar medidas regulatorias para evitar problemas similares en el futuro.

Considera que San Francisco es un ejemplo de lo que podría ocurrir en otras ciudades de todo el mundo si no se establecen regulaciones adecuadas para los vehículos autónomos.

La expansión de los robotaxis en San Francisco ha generado polémica, ya que existen dos principales actores en el mercado: Cruise, propiedad de General Motors, y Waymo, propiedad de Alphabet, empresa matriz de Google.

Ambas compañías afirman que sus vehículos autónomos son más seguros que los conductores humanos y que la prueba en el mundo real es fundamental para perfeccionar la tecnología.