Un pingüino emperador, hallado desnutrido en Australia, está bajo cuidado especializado. Este es el primer episodio documentado de esta especie en el país.

Un pingüino emperador, identificado como Gus, ha hecho una aparición sorprendente en las costas de Australia, específicamente en la popular playa de Denmark, en el suroeste del país.

Este avistamiento es significativo, ya que es la primera vez que se documenta la presencia de un pingüino emperador proveniente de la Antártida en Australia.

Gus fue encontrado el pasado 1 de noviembre, desnutrido y alejado aproximadamente 3,500 kilómetros de su hogar en las heladas aguas antárticas, lo que ha despertado preocupación entre los expertos.

El Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atractivos de Australia Occidental se ha hecho cargo de su situación y está trabajando para rehabilitar al animal.

Un investigador de la Universidad de Australia Occidental, Belinda Cannell, quien está asesorando en el cuidado de Gus, ha declarado que nunca antes se había reportado un pingüino emperador en Australia, aunque algunos de estos pingüinos habían llegado a Nueva Zelanda en ocasiones, un país que se encuentra casi enteramente al sur de Australia Occidental.

Gus es un macho de un metro de altura, que comenzó su odisea pesando 23 kilogramos, una cifra notablemente inferior a los 45 kilogramos que alcanza un pingüino emperador saludable.

Para ayudar en su recuperación, los cuidadores están rociándolo con una bruma de agua fría, buscando que se adapte más fácilmente a las temperaturas más cálidas de la región, que son muy diferentes de su hábitat natural.

En la actualidad, el foco de las autoridades está en recuperarlo.

Preguntados sobre la posibilidad de que Gus pueda regresar a la Antártida, el departamento ha señalado que se están evaluando diferentes opciones, aunque aún no hay una decisión definitiva al respecto.

Este evento también ha puesto de relieve el estado de los pingüinos emperadores a nivel global, ya que estas aves ahora son consideradas una especie amenazada debido a los efectos del cambio climático en su hábitat natural.

Según estudios recientes, se estima que los pingüinos emperadores enfrentan serias amenazas por el aumento de temperaturas y el deshielo de sus criaderos de hielo.

El comportamiento migratorio de las especies de pingüinos en situaciones similares ha capturado la atención de investigadores y conservacionistas.

Por ejemplo, algunas aves han sido vistas viajando largas distancias en busca de alimento o condiciones más favorables.

Sin embargo, el caso de Gus es singular, ya que la migración de pingüinos hacia climas más cálidos como el de Australia es prácticamente desconocida.

Los esfuerzos en torno a la rehabilitación de Gus son un recordatorio de la fragilidad de muchas especies que dependen de hábitats fríos y de la urgencia de actuar ante el cambio climático, que afecta no solo a los ecosistemas marinos, sino también a la fauna terrestre.

A medida que se desarrollen los eventos en torno a este pingüino emperador, el mundo observará de cerca las decisiones de los conservacionistas sobre su futuro.