Casi todas las comunidades de Nunavik están construidas sobre o rodeadas de permafrost, que se está deshelando debido al cambio climático. Según los investigadores y los locales, la adaptación es clave para esta nueva realidad. Las comunidades tienen entre 10 y 30 años como máximo para adaptarse.

Michel Allard y Pascale Roy-Léveillée, discutieron recientemente los problemas de permafrost en la comunidad de Salluit.

Está amenazada, como otras 12 comunidades, por el deshielo del permafrost.

En un fin de semana lluvioso y nebuloso en Salluit, Michael Cameron fue testigo de otro deslizamiento de lodo.

Cameron, residente de por vida de la segunda comunidad inuit más septentrional de Quebec, ha presenciado deslizamientos de tierra a lo largo de décadas debido al calentamiento gradual de su ciudad de aproximadamente 1,600 habitantes.

"Todo tiene que ver con el calentamiento real de la Tierra", dijo Cameron.

Habla sobre un calentamiento de incluso 0.2 grados, que puede no parecer mucho pero en estas latitudes es significativo.

Debido al deshielo, Cameron dice que la comunidad ha experimentado dos deslizamientos de tierra solo este año.

Según cuenta, es como una avalancha, se ve deslizar la capa superior de la tierra y se revela una capa de arcilla prácticamente en la parte inferior.

Las 14 comunidades inuit en Nunavik, excepto una, Kuujjuarapik, están construidas sobre permafrost, según Pascale Roy-Léveillée, investigadora de la Universidad Laval.

De hecho, la provincia acaba de anunciar una financiación adicional de aproximadamente 514,000€ para permitir que su equipo continúe su investigación en Nunavik durante los próximos dos años.

Esencial para el trabajo es la colaboración con los locales.

Están preocupados por cómo el deshielo del permafrost podría limitar el acceso a la tierra, la caza, la pesca y rendir inestables sus hogares.

Es por eso que incluso se han presentado en conferencias científicas pidiendo ayuda.

La propuesta de los investigadores ante este problema es un enfoque bidireccional.

Sugieren usar la tierra de manera diferente y asentar los edificios sobre la roca madre, evitando la construcción en terrenos con pendiente.

Además, proponen que cada comunidad esté equipada con perforadoras, especialmente a medida que se acelera el deshielo del permafrost.

Michel Allard, profesor emérito del departamento de geografía de la Universidad Laval, indica que a medida que el permafrost se derrite en regiones más frías, los bloques de hielo subterráneos se derriten, creando "pequeños lagos" bajo el suelo.

Así, los edificios podrían colocarse en pilotes de 5 a 10 metros perforados.

Según Allard, las comunidades tienen 10-30 años "como máximo" para adoptar medidas de adaptación.