Un hallazgo en Australia revela las huellas fósiles más antiguas de un animal similar a un reptil, con una antigüedad de aproximadamente 350 millones de años, lo que indica una rápida transición de los animales acuáticos a terrestres.

Recientemente, científicos australianos han descubierto una serie de huellas fósiles que corresponden a uno de los animales similares a reptiles más antiguos conocidos hasta la fecha.
Estas huellas, datadas en aproximadamente 350 millones de años, fueron halladas en una losa de arenisca cerca de Melbourne y superan en antigüedad los registros previos, que correspondían a rastros encontrados en Canadá y cuyos restos databan hace unos 318 millones de años.
Este descubrimiento aporta información valiosa sobre el proceso evolutivo de los vertebrados terrestres. Según los paleontólogos, las huellas fósiles revelan la presencia de un animal de unos 80 centímetros de longitud, que probablemente asemejaba a un monitor actual, con dedos largos y garras en forma de gancho, adaptaciones cruciales para la vida en tierra firme.
Los hallazgos se publicaron en la revista Nature y muestran detalles de las extremidades del animal, indicadores claros de que se trataba de un ser que vivía y caminaba exclusivamente en tierra.
La presencia de garras en sus patas es especialmente significativa, ya que solo los animales que evolucionaron para una vida terrestre desarrollaron uñas o garras resistentes.
Las huellas también revelan el comportamiento de estos animales en su hábitat. La secuencia de rastros indica que uno de estos reptiles cruzó la superficie en un día con condiciones húmedas, ya que dimples de gotas de lluvia están presentes en algunos de los rastros.
Posteriormente, otros dos reptiles pasaron en direcciones opuestas, dejando registros en la misma capa sedimentaria antes de que el terreno se consolidara y quedara cubierto por sedimentos que preservaron sus rastros.
Este hallazgo es de gran importancia en la historia de la evolución, pues demuestra que la transición de los animales de fin a extremidades en la superficie terrestre ocurrió mucho más rápido de lo que se creía anteriormente.
Hasta ahora, se pensaba que ese proceso había tardado millones de años, pero las huellas australianas sugieren que los primeros animales adaptados para la vida en tierra firme aparecieron en un período relativamente corto.
Durante esa era, nuestro planeta se encontraba en un periodo de gran actividad geológica y climática. Australia, en aquel entonces parte del supercontinente Gondwana, experimentaba temperaturas elevadas y un ambiente exuberante con vastos bosques que comenzaban a cubrir la superficie terrestre.
La evolución de estos animales fue esencial para la aparición de los primeros reptiles verdaderos, los amniotas, que posteriormente darían lugar a los grupos que hoy conocemos como reptiles, aves y mamíferos.
El descubrimiento también aporta perspectiva sobre cómo estos seres se desplazaban y se comportaban en su entorno. La representación artística de estos reptiles muestra extremidades largas con garras, ideales para caminar en superficies duras. Los rastros, que abarcan varias fases del día, sugieren que estos animales tenían habilidades para recorrer el terreno en diferentes condiciones climáticas, incluyendo episodios de lluvia.
En definitiva, este hallazgo no solo amplía nuestra comprensión sobre la historia evolutiva de los vertebrados terrestres, sino que también desafía las líneas de tiempo tradicionales, demostrando que la vida en tierra firme se consolidó de manera mucho más rápida de lo que anteriormente se pensaba.
La importancia de estas huellas radica en que nos permiten entender cómo fueron los primeros pasos de los animales que, siglos después, darían origen a la vasta diversidad de reptiles, aves y mamíferos en la actualidad.