La reconocida marca Nike reduce su fuerza laboral en el área tecnológica en medio de un proceso de reestructuración y adaptación a nuevas tendencias del mercado.

La empresa, presente en más de 170 países y con aproximadamente 79,000 empleados en todo el mundo a principios de 2024, está implementando cambios estratégicos para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado y a los avances tecnológicos.
El anuncio de los recortes fue realizado por un portavoz de Nike, quien confirmó que la compañía está considerando transferir parte de las funciones tecnológicas a proveedores externos, en un intento por optimizar recursos y reducir costos.
Aunque no se ha revelado el número exacto de empleados afectados en esta ronda de despidos, fuentes cercanas indican que la división tecnológica ha sido una de las principales áreas en las que se han realizado ajustes.
Este movimiento se produce en un contexto en el que #Nike ha enfrentado diversos retos en los últimos años. La firma, que fue fundada en 1964 como Blue Ribbon Sports y posteriormente rebranding en 1971, ha logrado consolidarse como un icono en la industria del deporte.
Sin embargo, en los últimos tiempos ha tenido que lidiar con una creciente competencia de marcas emergentes y de moda urbana, que han capturado la atención de un público cada vez más joven y diverso.
A nivel financiero, Nike había pronosticado una caída más pronunciada en sus ingresos del cuarto trimestre de 2024 de lo que los analistas esperaban en marzo pasado.
Esto llevó a la empresa a adoptar una postura más cautelosa en sus operaciones, especialmente en áreas que consideran no esenciales, como ciertos proyectos tecnológicos y de innovación.
El CEO de Nike
El CEO de Nike, Elliott Hill, quien asumió su cargo en octubre de 2023 con la intención de liderar un proceso de transformación en la compañía, ha implementado varias reformas en el equipo directivo.
Sin embargo, Hill ha enfrentado dificultades para lanzar productos innovadores y mantener el ritmo frente a los rivales. La competencia no solo proviene de marcas deportivas tradicionales como Adidas o Puma, sino también de emergentes como Lululemon y nuevas firmas de moda urbana que apuestan por la personalización y la sostenibilidad.
Por otra parte, en un contexto histórico, Nike ha sabido adaptarse a múltiples cambios en el mercado global. Desde su expansión en los años 80 y 90, hasta su incursión en el comercio electrónico y el marketing digital en la última década, la compañía ha sido pionera en adoptar nuevas tecnologías.
Sin embargo, la rápida digitalización del sector ha obligado a Nike a reconsiderar su estructura interna.
En particular, la salida del director de información digital, quien abandonó la empresa en medio de acusaciones de corrupción, ha dejado un impacto en su división tecnológica.
La compañía busca ahora fortalecer su equipo digital y reducir gastos, en línea con las tendencias globales de reestructuración en grandes corporaciones.
La incertidumbre sobre el futuro laboral en el sector tecnológico hace que muchos empleados teman por sus empleos, especialmente en un contexto donde la inteligencia artificial y la automatización están transformando las funciones tradicionales.
En definitiva, Nike continúa su camino de adaptación y cambio, enfrentando los desafíos de un mercado global cada vez más competitivo y digitalizado.