Un estudio reciente demuestra que realizar un paseo de 40 minutos por la naturaleza ayuda a recuperarse de una tarea mental exigente y restaura la capacidad de concentración.

Realizar un paseo por la naturaleza no solo es beneficioso para la salud mental, sino que también mejora la capacidad de concentración, según investigadores de la Universidad de Utah.

El estudio, publicado en Scientific Reports, reveló que pasear durante 40 minutos por la naturaleza ayudó a las personas a recuperarse de una tarea mental exigente y restauró su capacidad de concentrarse.

Los psicólogos han teorizado que los seres humanos han evolucionado para beneficiarse de los paisajes, sonidos y olores del entorno natural.

La idea, conocida como biophilia, sugiere que tenemos una conexión con la naturaleza que es beneficiosa para nuestra salud física y mental.

Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en entornos urbanos, rodeados de edificios y caminando por pavimentos, en lugar de disfrutar de la tranquilidad de un bosque.

Esta falta de exposición a entornos naturales podría llevarnos a perder los beneficios físicos y mentales que aporta el tiempo en la naturaleza.

Además, nuestra inmersión constante en la tecnología puede agotar nuestra capacidad de atención.

Por supuesto, no es una idea nueva que los paseos en la naturaleza sean beneficiosos.

El conservacionista John Muir, quien fue clave en el establecimiento de parques nacionales en Estados Unidos, escribió en 1901: "Escala las montañas y disfruta de sus buenos augurios.

La paz de la naturaleza se infiltrará en ti como la luz del sol en los árboles.

Los vientos te insuflarán su frescura, y las tormentas, su energía, mientras que las preocupaciones caerán como hojas de otoño". La sabiduría de Muir encuentra apoyo en el estudio de escaneo cerebral de la Universidad de Utah.

Los investigadores compararon la actividad cerebral y el rendimiento mental de 92 voluntarios, que se dividieron aleatoriamente en dos grupos.

Ambos grupos realizaron un paseo de 40 minutos, pero uno de ellos lo hizo en la naturaleza, junto a un arroyo, a través de un túnel de robles, alrededor de un estanque con patos y una cascada.

El otro grupo caminó entre edificios y estacionamientos.

Ambos grupos recorrieron la misma distancia, por terrenos similares, por lo que hicieron el mismo ejercicio físico y a ninguno se le permitió utilizar dispositivos electrónicos o hablar con nadie durante el recorrido.

Para medir el rendimiento mental, se realizaron pruebas antes y después del paseo, con los sujetos usando gorros de electroencefalografía (EEG) con 32 sensores que registran la actividad cerebral.

La prueba previa consistió en contar hacia atrás desde 1000 en intervalos de siete.

Esta prueba permitió agotar las reservas de atención en el cerebro.

Luego, se realizó una prueba estándar de Red de Atención (ANT), que evalúa la capacidad de alerta ante un nuevo estímulo, la capacidad de orientar la atención y el control ejecutivo, que es aproximadamente la habilidad de concentrarse en una tarea.

Durante las pruebas, el gorro EEG registró la actividad en áreas del cerebro como la corteza cerebral, implicada en la toma de decisiones.

El estudio sugiere que la exposición a la naturaleza puede mejorar el control ejecutivo.

Tras los paseos, todos realizaron otra prueba ANT. Aunque hubo similitudes entre ambos grupos, aquellos que caminaron por el entorno natural tuvieron un mejor rendimiento en cuanto al control ejecutivo.

Este experimento, basado en datos de EEG, proporciona evidencia neural directa de que la naturaleza tiene un efecto positivo en el cerebro.

Tomarse un tiempo para simplemente contemplar las nubes, los árboles, los ríos o los paisajes generalizados no requiere toma de decisiones y parece permitir que el cerebro se relaje, se recupere y funcione de manera más efectiva luego.

Los investigadores pretenden continuar el estudio para analizar cómo el uso del teléfono celular mientras se camina por el bosque afecta el rendimiento mental posteriormente.

Por lo tanto, incluso si no tenemos fácil acceso a la naturaleza, simplemente apagar los dispositivos que nos rodean durante 40 minutos y dar un tranquilo paseo podría proporcionar un poco de descanso y restauración para nuestro cerebro.

ACERCA DEL AUTOR

Bob McDonald es el presentador del premiado programa científico semanal de CBC Radio, Quirks & Quarks.

También es comentarista científico en CBC News Network y en el programa de televisión The National de CBC. Ha recibido 12 títulos honoríficos y es Oficial de la Orden de Canadá.