La NASA ha lanzado su nuevo satélite climático al espacio para observar los océanos y la atmósfera en detalle hasta ahora nunca visto

La NASA ha lanzado con éxito el satélite climático Pace (plankton, aerosol, cloud, ocean ecosystem) para realizar un monitoreo sin precedentes de los océanos y la atmósfera de nuestro planeta.

Este satélite, cuyo lanzamiento tuvo lugar el pasado jueves desde el Cabo Cañaveral, Florida, tiene como objetivo recopilar datos detallados sobre los océanos y el clima terrestre.

Pace se encuentra en una órbita polar a 676 kilómetros de altura, desde donde realizará mediciones diarias de los océanos y la atmósfera utilizando sus instrumentos científicos avanzados.

Además, este satélite realizará mediciones mensuales para evaluar la salud de los océanos, gracias a su capacidad para medir la distribución de fitoplancton, pequeñas plantas y algas presentes en el agua.

Los científicos esperan que este satélite proporcione información valiosa sobre la interacción entre los aerosoles atmosféricos, como los contaminantes y las cenizas volcánicas, y la vida marina, como las algas y el plancton.

Estos datos permitirán mejorar las predicciones meteorológicas y comprender mejor los cambios que experimenta nuestro planeta a medida que aumentan las temperaturas.

Pace es considerada la misión más avanzada lanzada hasta ahora para estudiar la biología oceánica.

A diferencia de los satélites actuales, que pueden detectar hasta siete u ocho colores, Pace tiene la capacidad de captar más de 200 colores, lo que permitirá a los científicos identificar diferentes especies de algas marinas y partículas presentes en el aire.

Se espera que los primeros datos del satélite Pace estén disponibles en uno o dos meses, lo que brindará a los científicos una visión sin precedentes de nuestro planeta y contribuirá a mejorar nuestras predicciones y comprensión del clima terrestre.

Además del satélite Pace, la NASA también está trabajando en colaboración con la India en otro satélite avanzado para el estudio de la Tierra.

Denominado Nisar, este satélite utilizará la tecnología de radar para medir el impacto del aumento de las temperaturas en los glaciares y en otras superficies heladas en todo el mundo.

A pesar de los obstáculos y los intentos por cancelar el proyecto, el programa Pace ha perseverado y ha sido llevado a cabo con éxito, ofreciendo esperanza en nuestra capacidad de comprender y enfrentar los desafíos del cambio climático.