Una nave lunar privada de EE. UU. se inclinó en el momento del aterrizaje y terminó de lado cerca del polo sur de la luna, dificultando las comunicaciones, dijeron el viernes funcionarios de la compañía.

La nave espacial de la NASA, Odysseus, propiedad de una empresa privada de EE. UU., ha aterrizado en la luna, siendo la primera nave estadounidense desde las misiones Apolo en la década de 1970. La misión dirigida por la NASA también cuenta con una tecnología canadiense a bordo conocida como Eagle Cam, que ayudó al aterrizaje de la nave.

Un aterrizaje en la luna se llevó a cabo el jueves.

La empresa Intuitive Machines se convirtió en la primera empresa privada en lograr un aterrizaje lunar, hazaña previamente lograda solo por cinco países.

La misión fue patrocinada en gran parte por la NASA, que pagó 100 millones de euros por la entrega bajo un programa destinado a impulsar la economía lunar.

El CEO de Intuitive Machines, Steven Altemus, demostró cómo se cree que la nave espacial Odysseus de la compañía aterrizó en la superficie de la luna durante una conferencia de prensa en Houston el viernes.

La nave aterrizó a un costado, dificultando la comunicación, según los funcionarios de la compañía.

Altemus explicó que la nave llegó demasiado rápido y tal vez rompió una pata.

Algunas antenas estaban apuntando hacia la superficie, limitando la capacidad de los controladores de vuelo para comunicarse y obtener los datos correctos, dijo Altemus.

Las antenas estaban ubicadas en la parte alta del aterrizador de 4,3 metros para facilitar las comunicaciones en la región sur polar de la luna.

Con este aterrizaje, Odysseus se convirtió en la primera nave estadounidense en más de 50 años en llegar a la luna.

La nave se encuentra a pocos kilómetros de su lugar de aterrizaje previsto en las cercanías del cráter Malapert A, a menos de 300 kilómetros del polo sur.

La NASA, que lideró las misiones, quería acercarse lo más posible al polo para explorar la zona antes de que lleguen los astronautas a finales de esta década.

El orbitador Lunar Reconnaissance de la NASA intentará determinar la ubicación del aterrizador cuando pase por encima este fin de semana.

Uno de los experimentos de la NASA se puso en servicio cuando el sistema de navegación del aterrizador no funcionó. Intuitive Machines detectó el problema con anticipación mientras intentaba utilizar sus láseres para mejorar la órbita del aterrizador.

De lo contrario, los controladores de vuelo no habrían descubierto la falla hasta que fuera demasiado tarde, solo cinco minutos antes del aterrizaje.

Esta misión ha sido un hito histórico para la exploración lunar, demostrando el avance en la tecnología espacial y la colaboración internacional.