Expertos alertan sobre la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos en Canadá y la influencia del cambio climático.

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Los mosquitos, insectos comúnmente asociados a épocas calurosas y veraniegas, están empezando a ser un tema de preocupación entre los científicos en Canadá. Si bien las tasas de infección por enfermedades transmitidas por mosquitos en este país son consideradas relativamente bajas, la evolución de factores ambientales, especialmente el cambio climático, está modificando drásticamente su hábitat y actividad.

Así lo afirma Fiona Hunter, entomóloga de la Universidad Brock, quien confirma que Canadá alberga más de 80 especies diferentes de estos insectos, presentes en todas las provincias y territorios.

Aunque no todos los mosquitos son portadores de enfermedades, algunos géneros como Culex, Culiseta, Anopheles y Ochlerotatus son los más comunes y pueden representar un riesgo para la salud humana.

Durante el período de primavera a otoño, que abarca de abril a septiembre, es cuando estos insectos son más activos, aunque ciertas especies pueden sobrevivir en invierno mediante un proceso denominado diapause, que es similar a la hibernación.

Las autoridades de salud pública informan que el virus del Nilo Occidental, la encefalitis equina del este (EEE) y los virus del grupo California son las enfermedades transmitidas por mosquitos más prevalentes en Canadá, aunque todavía siguen siendo poco comunes.

Según el especialista en enfermedades infecciosas, el Dr.

Sumon Chakrabarti, se estima que en Canadá hay entre 40 y 200 casos humanos de virus del Nilo Occidental cada año, una cifra que se compara con otras regiones del planeta donde la enfermedad es más común debido a condiciones climáticas tropicales.

Por ejemplo, en 2007, el país registró hasta 2,400 casos, impulsados por condiciones climáticas favorables y una población más alta de aves infectadas.

En comparación, hasta el 26 de agosto de 2024, solo 13 casos han sido confirmados en Canadá. Para controlar la propagación de enfermedades, las provincias también monitorean los mosquitos examinando trampas colocadas en zonas públicas.


Este año, más de 260 trampas han dado positivo por el virus del Nilo Occidental.

Fiona Hunter enfatiza que el cambio climático puede estar ampliando la estación de reproducción de los mosquitos, permitiendo que especies tropicales como el mosquito tigre, un conocido vector de transmisión del virus Zika, se establezcan en lugares donde antes eran raros.

Este mosquito fue identificado por primera vez en la región de Windsor-Essex en 2016 y ha continuado siendo reportado entre 2018 y 2023.

A pesar de que las tasas de infección son bajas, los expertos sugieren medidas de prevención.

Se aconseja a la población usar ropa de manga larga y pantalones, evitar colores brillantes que atraen a los mosquitos y utilizar repelentes de insectos.

Con un clima que se vuelve más cálido y húmedo, es fundamental estar alerta, especialmente durante las estaciones de lluvias intensas que pueden aumentar la población de mosquito en la región.

La comprensión de por qué algunas personas son más propensas a ser picadas por mosquitos que otras también ha generado interés.

Factores como las feromonas, la composición bacteriana de la piel y la temperatura corporal pueden influir en esta atracción.

Algunas investigaciones sugieren que las personas con mayor peso corporal podrían atraer más mosquitos debido a la mayor cantidad de dióxido de carbono que exhalan.

Por lo tanto, en un escenario donde las condiciones climáticas continúan cambiando, la vigilancia y precaución son más importantes que nunca para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos en Canadá.