Los científicos investigan la relación entre los microplásticos y posibles problemas de salud, incluyendo enfermedades como diabetes y enfermedades cardiovasculares. Negociaciones internacionales buscan abordar la contaminación plástica a nivel global.

Los microplásticos se han convertido en una preocupación creciente para la salud humana, ya que las personas ingieren estas partículas sin ser conscientes de ello a través de lo que comen, beben y respiran.

Algunos científicos temen que la exposición a microplásticos pueda aumentar la vulnerabilidad a enfermedades como enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades.

Mientras que los vínculos entre los microplásticos y las enfermedades no son definitivos, los investigadores están explorando algunas pistas preocupantes.

En la cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre la contaminación plástica en Ottawa, los delegados trabajan en un tratado para abordar los plásticos desde la producción hasta el uso y disposición.

Dr.

Leonardo Trasande se encuentra presente en la reunión.

Trasande se interesó en las propiedades endocrinas disruptivas de los plásticos cuando era residente en pediatría y veía pacientes con diabetes.

"Los microplásticos son de alguna manera un presagio de un problema mucho más grande", dijo Trasande.

Los microplásticos son partículas diminutas de menos de cinco milímetros de diámetro que pueden contaminar el ambiente y acumularse en el organismo humano provocando posibles efectos nocivos para la salud.

Recientes estudios han encontrado microplásticos y nanoplasticos en la sangre, hígado, riñón, placenta y arterias de las personas, lo que podría afectar la salud de manera significativa.

Investigaciones recientes sugieren la presencia de microplásticos y nanoplasticos en la placa de las arterias, lo que podría estar relacionado con problemas cardiacos.

A pesar de que no se ha demostrado si los microplásticos causan directamente los problemas cardiacos, las asociaciones son preocupantes.

La producción de plástico está en camino de triplicarse para 2060, a menos que el tratado establezca límites de producción.

Los microplásticos son una amenaza a la salud pública y es necesario tomar medidas urgentes para abordar este problema creciente.

El impacto a largo plazo de la exposición a microplásticos sigue siendo desconocido, por lo que es crucial realizar más investigaciones y tomar medidas efectivas para reducir la producción y el uso de plásticos.

La sociedad en su conjunto debe ser consciente de los riesgos que representan los microplásticos para la salud y el medio ambiente, y trabajar en conjunto para abordar esta creciente preocupación.