Johns Hopkins University enfrenta despidos inminentes debido a recortes de fondos por parte del gobierno de EE. UU., afectando proyectos de salud cruciales.

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Baltimore, 12 de marzo: La Universidad Johns Hopkins se encuentra en la cuerda floja, ya que se anticipa que anunciará despidos en respuesta a un recorte de 800 millones de dólares (aproximadamente 748 millones de euros) en subvenciones por parte del gobierno del presidente de EE.

UU., Donald Trump, con el objetivo de reducir los gastos en investigación y desarrollo. Los despidos afectarán a miembros del personal involucrados en proyectos de salud esenciales, como la promoción de la lactancia materna, programas de mosquiteros en Mozambique y esfuerzos de apoyo en Baltimore.

Según un informe del Wall Street Journal, los recortes laborales en Johns Hopkins están directamente relacionados con el trabajo que la universidad realiza para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

En medio de esta situación, se ha informado que los despidos se producen en un contexto de amenazas a la financiación del Instituto Nacional de Salud (NIH).

Donald Trump ha cuestionado abiertamente la labor de USAID, describiendo a sus directivos como 'lunáticos de izquierda radical' y sugiriendo que la agencia estaba involucrada en un 'tremendo fraude'.

Este clima de incertidumbre también ha llevado al Departamento de Educación de EE. UU. a anunciar una reducción de personal que afectará a aproximadamente 1,315 empleados, lo que deja a 2,183 personas trabajando en el departamento.

Hasta la fecha, los recortes de personal iniciados por el Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE) han impactado a 34,293 empleados del gobierno, y en 2025 se reportó que 111,533 empleados habían dejado sus puestos.

La administración Trump ha implementado estos despidos como parte de un esfuerzo para reducir el gasto gubernamental y ahorrar dinero a los contribuyentes.

La magnitud de los despidos en Johns Hopkins aún no está clara; sin embargo, el presidente de la universidad, Ronald Daniels, envió un correo electrónico a los empleados informando que '... tenemos pocas opciones más que reducir parte de nuestro trabajo en respuesta a la desaceleración y paralización de las subvenciones y adaptarnos a un panorama legal en evolución.'

Además, Daniels destacó que el 50% de los fondos totales que recibe la universidad provienen de investigaciones realizadas en nombre del gobierno federal.

Esta dependencia de financiamiento gubernamental ha dejado a la universidad vulnerable a los cambios en la política y en las asignaciones presupuestarias.

Históricamente, Johns Hopkins ha sido un líder en investigación y desarrollo en el ámbito de la salud, siendo pionera en numerosos programas que han tenido un impacto significativo a nivel global.

La posible reducción de personal no solo afectará a la universidad, sino que también podría tener repercusiones en la comunidad local y en los proyectos internacionales en los que está involucrada.

La situación actual refleja un desafío mayor para las instituciones educativas que dependen de fondos federales en un clima político cada vez más volátil.