Economistas y antropólogos estudian el impacto de la inteligencia artificial en el trabajo humano y concluyen que aunque haya avances en esta tecnología, los humanos seguirán siendo fundamentales para el funcionamiento de la economía.

Expertos predicen que dentro de una década la inteligencia artificial (IA) podría amenazar los empleos de muchas personas.

Ya se han registrado disputas laborales en la industria automovilística y en la de guionistas que están relacionadas con esta amenaza futura.

Esto ha llevado a algunos a cuestionarse si los escritores podrían ser los primeros en perder sus empleos ante los avances de la IA. Incluso los programas actuales de IA, como ChatGPT, son capaces de redactar mejor que muchos humanos, y se espera que estos programas mejoren aún más en el futuro.

Sin embargo, hay muchos escépticos que niegan que esto ocurra.

Alegan que la predicción del impacto de la IA es incierta y que los humanos seguirán siendo esenciales en el mundo laboral.

Aunque la tecnología avance, los humanos tienen habilidades únicas e insustituibles en la toma de decisiones, el juicio instantáneo y la destreza manual.

La IA puede ayudar a aliviar las carencias de personal en el sector de la salud, pero no reemplazar a los enfermeros y médicos.

Los programas de IA pueden encargarse de tareas aburridas y repetitivas para que los profesionales de la salud puedan centrarse en tareas más importantes que requieren habilidades humanas.

En resumen, aunque la IA promete cambiar la forma en que trabajamos, los humanos seguirán jugando un papel fundamental en la economía y su relación con las máquinas será una colaboración en la que cada uno aportará sus habilidades únicas.

Esta noticia fue publicada originalmente en CBC News.

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