Geoff Pekor, un apasionado de los insectos de Windsor, ha encontrado varias katydids rosas en el Parque Ojibway, sorprendiendo a expertos y amantes de la naturaleza.
En un sorprendente y raro avistamiento, un ciudadano de Windsor ha estado descubriendo inusuales katydids de un vibrante color rosa en el Parque Ojibway.
Estos insectos, que se asemejan a los saltamontes, son el resultado de un gen recesivo que les da su color distintivo.
Geoff Pekor, un entusiasta de los insectos, ha desarrollado un talento especial para encontrar estas impresionantes criaturas.
Pekor ha estado explorando el Parque Ojibway, donde no solo ha encontrado katydids rosas, sino también una variedad de insectos inusuales a lo largo de los años.
Según Pekor, el avistamiento de estos katydids es increíblemente raro; se estima que solo uno de cada quinientos insectos presenta esta mutación.
"La primera vez que vi un katydid rosa fue en una salida nocturna, iluminando el camino con mi linterna.
Fue un momento realmente especial", comenta Pekor, quien se ha convertido en un fotógrafo aficionado, capturando imágenes de estos hermosos insectos.
A diferencia de la mayoría de los katydids que son de color verde para camuflarse entre las hojas que consumen, los katydids rosas destacan debido a una mutación genética.
David Lowenstein, un entomólogo de la Universidad Estatal de Michigan, explica que esta coloración no les otorga ninguna protección contra los depredadores.
"Es un fenómeno poco común en el mundo de los insectos, casi como los albinos en otros grupos animales", asegura Lowenstein.
El interés de Pekor por buscar katydids nació después de que le mostraran una fotografía de uno.
Desde entonces, ha estado explorando por el parque, a menudo de noche, cuando estos insectos son más activos.
"He notado que tienden a estar en la parte superior de las plantas por las noches, lo que hace que sea más fácil encontrarlos", explica Pekor.
La fascinación de Pekor también ha llevado a que su trabajo sea reconocido por el Insectarium de Montreal, que ha solicitado algunos de sus ejemplares para una exhibición.
Según Pekor, la diversidad biológica de Ojibway es notable.
"Es un lugar único; cada vez que voy, nunca sé qué voy a encontrar.
Muchas especies raras llaman a casa a este parque", dice, señalando el significado ecológico del área.
Aunque se estima que el color rosa de estos katydids se presenta en una proporción extremadamente baja en el reino animal, Pekor continúa su búsqueda con pasión y dedicación.
"Si llegas a ver un katydid rosa, no hay motivos para preocuparse, no son tóxicos para tocar.
Simplemente son una variante hermosa de su especie.
Debemos celebrarlos y proteger los hábitats que los albergan", concluye.
Así, Windsor no solo se convierte en el hogar de un aficionado a los insectos, sino también en un refugio para algo verdaderamente raro y extraordinario.