Investigadores de las universidades de Waterloo y Lakehead han identificado los restos esqueléticos del Capitán James Fitzjames, un oficial superior de la HMS Erebus, quien formó parte de la expedición de Franklin.

Un equipo de investigadores de las universidades de Waterloo y Lakehead ha realizado un estudio conjunto que ha permitido identificar los restos esqueléticos de otro miembro de la famosa expedición de Sir John Franklin, fallida en 1845. Esta nueva identificación se centra en el Capitán James Fitzjames, un oficial de alto rango a bordo de la HMS Erebus.

Gracias a la investigación genética, Fitzjames se convierte en el segundo miembro de la tripulación que ha sido positivamente identificado a través de análisis de ADN y genealogía.

El primer miembro identificado fue John Gregory, ingeniero del mismo barco, en el año 2021.

La búsqueda por clara del Paso del Noroeste terminó en una historia trágica de hambre, muerte y, según indican las marcas halladas en el hueso de la mandíbula de Fitzjames, canibalismo.

Se cree que este capitán intentó ayudar a los 105 marineros de la expedición durante sus últimos días de abril de 1848, tras haber dejado el HMS Erebus.

Luego de abandonar el barco, los sobrevivientes se dirigieron a la isla King William, en Nunavut, y los restos de Fitzjames fueron descubiertos aproximadamente a 80 kilómetros de donde se encontraba el navío.

Este trabajo fue liderado por Stephen Fratpietro, gerente técnico del Laboratorio Paleo-DNA de la Universidad de Lakehead, quien logró extraer el ADN de los huesos hallados y lo comparó con el ADN de los descendientes de Fitzjames.

La situación crítica que enfrentaron Fitzjames y sus compañeros ha dejado huellas en la historia; se ha documentado que en la década de 1850, los inuit informaron haber visto indicios de canibalismo entre los sobrevivientes de la expedición.

En 1997, la doctora Anne Keenleyside corroboró estas afirmaciones al descubrir marcas de corte en casi una cuarta parte de los huesos humanos encontrados en el lugar conocido como NgLj-2.

El análisis del hueso de la mandíbula de Fitzjames reveló nuevos detalles sobre el oscuro destino de la exploración.

Fratpietro señaló que se encontraron evidencias de cortes que sugieren que este capitán pudo haber sido canibalizado.

Aunque el equipo tenía reparos sobre el tema del canibalismo, decidieron presentar los hechos con claridad, y compartieron los resultados con el descendiente vivo de Fitzjames.

Este descendiente se mostró sorprendido pero no molesto, expresando que prefería saber que su antecesor no fue el que canibalizó a otros, sino que él mismo fue víctima de esta desesperada situación.

A medida que avanza el análisis genético, el equipo de Fratpietro continúa el arduo trabajo de investigación para esclarecer qué ocurrió exactamente con todos los miembros de la expedición de Franklin, cómo se desplazaron desde sus barcos y cuál fue el destino que enfrentaron.

El laboratorio ha encontrado un total de 451 huesos de alrededor de 13 individuos en el sitio de NgLj-2 y ya han logrado identificar a dos personas.

Con el apoyo del gobierno de Nunavut y la Universidad de Waterloo, los investigadores buscan identificar a más descendientes que puedan aportar ADN y ayudar en la reconexión con la historia.

La tragedia de la expedición de Franklin ha capturado la imaginación colectiva por más de un siglo, y los recientes avances en la ciencia genética permiten a los investigadores ganar nuevos entendimientos de las difíciles decisiones que tomaron estos hombres en circunstancias extremas.