A pesar de la disminución de entusiasmo por el hidrógeno en Terranova y Labrador, North Atlantic sigue adelante con un innovador proyecto para exportar hidrógeno a Europa.

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En los últimos meses, la efervescencia por el hidrógeno en Terranova y Labrador ha dado paso a una realidad más compleja. La empresa North Atlantic, a pesar de las adversidades, está avanzando con un proyecto singular que busca proveer energía limpia a Europa. Este plan implica la producción de hidrógeno en estado líquido, una estrategia que la compañía considera clave para enfrentar los retos del mercado.

La planta de generación de hidrógeno, propuesta por North Atlantic en el puerto de Come By Chance, Placentia Bay, tendrá una capacidad anual de producción de 30,000 toneladas.

Este enfoque llega en un momento en que gran parte de la industria del hidrógeno enfrenta obstáculos significativos. La incertidumbre ha oscurecido las intenciones de crear múltiples parques eólicos y plantas de hidrógeno en localidades como Stephenville y Argentia.

Varios proyectos han sido recortados o sus iniciativas modificadas para adaptarse a un entorno económico desfavorable.

El Ministro de Energía, Andrew Parsons, afirmó que aunque la situación es complicada, existen esperanzas para el sector. Un estudio reciente por un experto en energía indica que el hidrógeno verde todavía es excesivamente caro, sugiriendo que su viabilidad comercial podría estar más de diez años en el futuro a menos que se implementen sustanciales subsidios.

"Las economías del proyecto seguirán siendo un desafío," comentó el profesor Amit Kumar de la Universidad de Alberta.

Varios desarrolladores han detenido sus proyectos ante costes de producción elevados y mercados inestables. En contraste, North Atlantic se ha comprometido a seguir un camino diferente. La compañía ha decidido no implicar la conversión de hidrógeno a amoníaco —una opción popular en otros proyectos— sino que usará transportadores orgánicos líquidos de hidrógeno (LOHC) que permiten enviar hidrógeno en forma líquida, mejorando así la eficiencia del transporte.

Murphy, vicepresidente de proyectos de capital de North Atlantic, explicó que este método se considera más maduro técnicamente. Según sus declaraciones, la empresa planea construir un parque eólico de 320 megavatios cerca de Sunnyside, que contará con 47 turbinas eólicas y una línea de transmisión de 25 kilómetros hasta el puerto.

Este suministro de energía renovable alimentará la planta de hidrógeno en Come By Chance.

La comunidad local ha estado involucrada en el proceso, y Murphy reporta un feedback positivo en gran medida durante las reuniones de participación pública.

Sin embargo, los desafíos siguen presentes, y el cumplimiento de plazos es crucial, con planificaciones para presentar su proyecto para revisión ambiental este año y una inversión final proyectada para la primera mitad de 2026, con operaciones comerciales iniciando a principios de 2029.

Cabe destacar que el compromiso de North Atlantic de servir al mercado europeo está sustentado en su capacidad histórica de distribución de combustibles, lo que les da ventaja en términos de infraestructura y experiencia en un mercado competitivo.

También buscan integrar el poder de la red provincial de electricidad, lo que podría proporcionar un apoyo esencial para su proyecto.

Mientras tanto, la transición a una economía del hidrógeno y el reconocimiento de las diferencias entre el hidrógeno verde y el azul —este último derivado del gas natural con captura de emisiones— continúan siendo un debate crucial.

La producción del hidrógeno verde es una tecnología que, aunque avanza, enfrentará un camino largo antes de alcanzar la economía de escala necesaria para su adopción masiva.

Esto enfatiza la importancia de seguir investigando y desarrollando caminos hacia un futuro más sostenible.