Dos joggers en Halifax fueron atacados por búhos el pasado fin de semana, un fenómeno muy raro que ha dejado a los corredores inquietos por su seguridad.
Recientemente, la ciudad de Halifax ha sido escenario de un extraño suceso que ha dejado a los residentes y a los aficionados al jogging con la intriga en sus rostros.
El pasado lunes, dos corredores fueron atacados por búhos comunes en el conocido sendero de Chain of Lakes. Aunque los ataques de búhos son considerados raros, este incidente ha encendido una alarma entre los joggers locales, que ahora se preguntan si estos animales nocturnos podrían ser una amenaza en sus rutinas de ejercicio.
Hannah Baillie, una de las joggers involucradas, relató su experiencia y cómo, hasta ese día, nunca había tenido un encuentro con un búho en la naturaleza.
Mientras corría por el sendero, observó a un búho posado en una rama cercana y le tomó una foto. Sin embargo, poco después, sintió un golpe contundente en la cabeza y se dio cuenta de que el búho había decidido atacarla. "Sentí como si alguien con garras hubiera agarrado mi coleta", comentó Baillie a CBC.
Al parecer, el búho no se dio por vencido tras el primer intento y regresó para otra embestida. "Creo que al principio se dio cuenta de que yo no era un objetivo fácil, pero luego pareció decidir aumentar la barrera y me atacó con más fuerza", explicó.
Afortunadamente, otros caminantes en la zona acudieron en su ayuda, lo que hizo que el búho se alejara sin causar daño.
Por su parte, Butch Galvez, un técnico de vida salvaje en el Departamento de Recursos Naturales, indicó que este incidente es excepcional, siendo solamente el tercer ataque de búhos del que ha tenido conocimiento en los últimos 20 años.
"Afortunadamente, no es algo común, aunque de vez en cuando puede suceder que rapaces como los búhos se lancen sobre las personas. Por lo general, esto se debe a un comportamiento territorial. A veces, los búhos confunden elementos como coletas o pompones con presas", agregó Galvez.
El mismo día en que Baillie fue atacada, otro jogger, David Regan, tuvo una experiencia similar. Regan sintió que algo lo agarraba del cabello y, al voltear, se encontró con un búho que lo observaba en el aire. "Lo primero que pensé fue que probablemente era un amigo que corría detrás de mí sin hacer ruido", comentó. Con un poco de alboroto, logró que el búho se alejara, al igual que Baillie, sin sufrir lesiones serias.
Ambos corredores ahora comparten su experiencia para advertir a otros sobre la posibilidad de encuentros indeseados con estos majestuosos pero impredecibles pájaros.
Baillie, quien ha corrido en medio maratones en la misma área en el pasado, aconseja a los joggers que eviten lugares donde se presuma que pueda haber un nido de búhos y que tengan cuidado al recorrer senderos al caer la noche, ya que suelen acechar a sus presas en la oscuridad.
Este tipo de incidentes recuerda a los corredores la importancia de estar atentos a su entorno natural, especialmente en áreas donde habitan depredadores como los búhos.
La convivencia con la fauna silvestre puede ser fascinante pero también peligrosa, y es fundamental tomar precauciones adecuadas para disfrutar de la naturaleza de manera segura.