El Telescopio Espacial James Webb descubre la presencia de carbono en la luna Europa de Júpiter, lo cual aumenta las posibilidades de encontrar vida. Los astrónomos afirman que la evidencia sugiere que el CO2 detectado en Europa llegó recientemente a la superficie desde el océano subsuperficial de la luna. Este hallazgo confirma que el océano de Europa contiene los elementos químicos necesarios para la vida.
El Telescopio Espacial James Webb ha descubierto carbono en la superficie de Europa, una luna cubierta de hielo de Júpiter, y se cree que proviene de un océano de agua líquida debajo del hielo.
Aquí en la Tierra, toda la vida se basa en carbono y requiere agua, por lo que esto significa que dos de los ingredientes esenciales para la vida podrían existir en esta luna distante.
Los científicos han estado intrigados por Europa desde que fue vista de cerca por primera vez por la nave espacial Voyager en 1979. Toda la superficie está cubierta de hielo, pero ha presentado grietas y desplazamientos en algunas áreas, similar a la forma en que la superficie de un lago congelado cambia durante el deshielo de primavera.
Esto sugiere la actividad de agua líquida del océano de agua salada ubicado a muchos kilómetros debajo del hielo sólido de la superficie, y podría contener más agua que todos los océanos de la Tierra.
Los investigadores creen que el carbono detectado en la superficie de Europa está en forma de dióxido de carbono que emergió a través de grietas en el hielo desde el océano de abajo.
El telescopio Webb utilizó su Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano, que puede identificar la luz emitida por moléculas particulares, para identificar dióxido de carbono que los investigadores creen que debe liberarse continuamente del hielo.
Si bien la presencia de carbono no prueba que haya vida en el océano de Europa, es un buen punto de partida en la búsqueda de ella.
Para ayudar a explorar debajo del hielo y responder a esta pregunta, dos naves espaciales y un experimento de submarino de penetración de hielo en la Tierra están en marcha para investigar el misterio que se esconde bajo el hielo de Europa.
La Agencia Espacial Europea lanzó la misión Juice (Jupiter Icy moons Explorer) en abril en un viaje de ocho años que la llevará a orbitar alrededor de Júpiter para examinar no solo a Europa, sino también a dos de sus otras lunas heladas: Ganímedes y Calisto.
El próximo año, la NASA lanzará su misión Europa Clipper, que estudiará a Europa con un conjunto de instrumentos, incluido el radar, para determinar qué tan gruesa es la capa de hielo y caracterizar el océano subsuperficial.
Ambas misiones tomarán observaciones desde la órbita de Júpiter y no incluirán aterrizadores.
Pero en preparación para una futura misión para explorar ese océano directamente, un grupo en Alemania utilizará el grueso hielo de la Antártida para probar un robot que puede penetrar el hielo y alcanzar un lago subglacial, similar a la forma en que una futura sonda en Europa podría abrirse camino a través de su hielo hasta el océano debajo.
Realizar la misma tarea en las frías regiones del espacio profundo, donde el hielo de Europa podría ser mucho más grueso que la Antártida, será aún más difícil, pero las recompensas serían enormes.
Si los pequeños submarinos son devorados por peces alienígenas, eso sería muy interesante.
Pero lo más probable es que cualquier forma de vida en el océano de Europa sea microscópica.
Por supuesto, también podría ser algo realmente sorprendente.
Nuestra búsqueda de siglos para responder a la pregunta de si estamos solos en el universo podría estar más cerca de ser respondida.
Los rovers Curiosity y Perseverance están examinando rocas en Marte en busca de signos de vida pasada, mientras que los telescopios continúan buscando planetas similares a la Tierra que orbiten estrellas distantes.
Cualquier forma de vida encontrada en otro mundo, ya sea en una luna cubierta de hielo, en Marte o en un exoplaneta distante, planteará la siguiente gran pregunta: ¿qué tan similar es esa vida a nosotros? ¿Se basa en la misma química de carbono y ADN que nosotros, o es algo completamente diferente? Pero primero tenemos que encontrar esa vida alienígena, y Europa puede ser el mejor lugar para buscarla.