Las agencias espaciales se han unido a Japón para realizar una misión conjunta y explorar las lunas en forma de patata de Marte. El objetivo de esta misión es determinar el origen de estas lunas, Phobos y Deimos, y si son asteroides capturados o fragmentos desprendidos de la superficie de Marte. Se espera que una nave espacial intente aterrizar en Phobos para recoger una muestra y traerla de vuelta a la Tierra. Esta misión, que comenzará en 2024, contará con la colaboración de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Además, se espera que se recopile información sobre la superficie de Phobos y se identifiquen dos posibles lugares para el aterrizaje y la recolección de muestras. Esta misión será un paso importante en la exploración del espacio y nos ayudará a comprender mejor nuestro sistema solar.

Las agencias espaciales de todo el mundo se han unido a Japón en una misión conjunta para explorar las lunas de Marte.

Phobos y Deimos, las dos lunas de Marte, tienen una forma inusual similar a una patata.

El objetivo de esta misión, llamada Martian Moons eXploration (MMX), es determinar si estas lunas son asteroides capturados o fragmentos desprendidos de la superficie de Marte.

La misión está programada para comenzar en 2024 y la nave espacial planea aterrizar en Phobos para recoger una muestra y traerla de vuelta a la Tierra en 2029.

Para llevar a cabo esta ambiciosa misión, Japón cuenta con la colaboración de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Tanto Japón como los Estados Unidos han tenido éxito en la recolección de muestras de asteroides en el pasado, con las misiones Hayabusa 1 y 2 de Japón y la reciente misión OSIRIS-REx de la NASA que trajo material del asteroide Bennu.

Phobos, la luna más grande de las dos, tiene un diámetro de solo 26 kilómetros en su punto más ancho, mientras que Deimos es aún más pequeño, con solo 16 kilómetros de diámetro.

Ambas lunas podrían caber fácilmente dentro del Área Metropolitana de Toronto.

La misión MMX será todo un desafío debido a la baja gravedad de Phobos.

La gravedad en la superficie de Phobos es menos de una milésima parte de la gravedad en la Tierra, lo que dificulta el aterrizaje en un cuerpo tan pequeño.

La nave espacial madre de la misión MMX lanzará un rover que será el primero en explorar un cuerpo celeste bajo una gravedad tan baja.

El rover recopilará datos para comprender mejor la superficie de Phobos y buscará posibles lugares de aterrizaje para la nave espacial madre.

La misión MMX enfrenta muchos desafíos debido a la falta de información sobre la superficie de Phobos.

Los ingenieros de JAXA, la agencia espacial japonesa, tuvieron que realizar suposiciones sobre el diseño de las patas del aterrizador para que este pueda aterrizar de manera segura después de una caída libre de 20 metros.

Sin embargo, no hay garantía de que el rover o el aterrizador puedan lograr sus objetivos sin problemas.

La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea ya enfrentó dificultades similares en 2014 cuando su aterrizador Philae rebotó varias veces en la superficie del cometa, terminando atrapado en una grieta.

La exploración de las lunas de Marte es un paso importante en nuestra comprensión del sistema solar y del espacio en general.

Además, Phobos podría ser un lugar interesante para establecer una estación espacial natural en el futuro.

Una base en Phobos podría servir como área de operaciones para misiones hacia y desde Marte, de manera similar a como se planea utilizar la estación Lunar Gateway alrededor de la Luna.

Allí, la tripulación tendría una vista espectacular mientras orbita Marte dos veces al día.

Sería una perspectiva increíble ver al Planeta Rojo en el horizonte, a más de 9.000 kilómetros de distancia, y poder observar el Valles Marineris, el cañón más profundo del sistema solar, además de vastas llanuras de dunas de arena y una montaña con el doble de la altura del Monte Everest.

El espacio sigue siendo un desafío emocionante para la humanidad y estas misiones nos acercan cada vez más a comprender nuestro lugar en el universo.

La misión conjunta de las agencias espaciales para explorar las lunas de Marte es otro paso importante en nuestra exploración del sistema solar.