Un equipo de investigadores ha llevado a cabo un descubrimiento sorprendente: un escarabajo macho que no tiene alas.

Esta es la primera vez que se documenta un escarabajo sin alas en la historia.

El escarabajo, denominado Xenomorphon baranowskii, fue encontrado en México en 1991, pero recién ahora ha sido examinado en detalle.

El investigador Vinicius Ferreira, autor del estudio que ha dado a conocer este hallazgo, se mostró sorprendido cuando encontró este escarabajo en la colección de especímenes del Lund University en Suecia.

Ferreira pensó que se trataba de una broma, pero al observarlo más de cerca se dio cuenta de que se trataba de una especie de escarabajo desconocida hasta el momento.

El Xenomorphon baranowskii ha sido llamado así en honor a las criaturas Xenomorph de la película Alien y al naturalista Richard Baranowski, quien fue el primero en documentar este escarabajo en Oaxaca, México, en 1991. El insecto tiene un aspecto muy peculiar, con un dorso acanalado y antenas en forma de sierra.

Lo más sorprendente es que este escarabajo no solo carece de alas, sino que tampoco tiene élitros, las alas anteriores endurecidas que forman una especie de caparazón en la parte posterior de los escarabajos.

Esta característica también es única en esta especie.

Los investigadores creen que la ausencia de alas puede ser una adaptación a los fuertes vientos que se encuentran en la región montañosa de Oaxaca, donde fue encontrado este escarabajo.

Según Ferreira, si este escarabajo intentara volar en condiciones de vientos fuertes, podría ser arrastrado por el aire debido a su pequeño tamaño.

Si bien ya se conocía el fenómeno de la pedomorfosis en las hembras de algunos escarabajos, que consiste en que conservan algunas características de su forma larval, este es el primer caso registrado de escarabajos machos sin alas.

Esto plantea interrogantes sobre cómo estos escarabajos sin alas se las arreglan para encontrar pareja y reproducirse.

Aunque aún no se sabe con certeza por qué estos escarabajos han perdido sus alas, los investigadores especulan que podría tratarse de una forma de adaptación a su entorno.

Ferreira tiene planeado realizar más investigaciones sobre estas especies de escarabajos en el futuro, pero hasta ahora no ha conseguido financiamiento para llevar a cabo su proyecto.

Sin embargo, espera poder regresar al lugar donde se encontró este escarabajo y encontrar más ejemplares para responder todas las preguntas pendientes.

Este descubrimiento demuestra una vez más la increíble diversidad y adaptabilidad de los escarabajos, y deja en claro que todavía nos queda mucho por descubrir sobre estas fascinantes criaturas.