Investigadores de la Universidad de Alberta están cultivando espinacas bajo paneles solares para determinar qué tan eficiente puede ser la producción de energía verde. Además, en el sur de Alberta, ovejas están pastando en una granja solar propiedad de Capital Power de Edmonton.
Un nuevo proyecto de la Universidad de Alberta busca maximizar la energía verde que proviene de las granjas solares de la provincia. La práctica, conocida como agrivoltaica, consiste en colocar cultivos debajo de los paneles solares, para aumentar la eficiencia de un sector de energía solar en auge.
En este caso, el cultivo utilizado es la espinaca.
El proyecto piloto de la Universidad de Alberta, llevado a cabo por los investigadores Guillermo Hernández Ramírez y la interna Camila Quiroz, consistió en una prueba de laboratorio de 25 días para determinar si las granjas solares pueden tener un doble propósito.
La investigación fue realizada en una cámara de crecimiento que comparó el crecimiento de las espinacas en tres condiciones: bajo un panel solar delgado, bajo un panel solar grueso y sin cubrir.
Las plantas de espinacas bajo los paneles solares consumieron hasta un 17% menos de agua, y aunque su crecimiento fue más lento, la salud general de las plantas no se vio afectada.
Además, las plantas mantuvieron fresca el área debajo de los paneles, lo que mejoró la eficiencia de los mismos.
Según Hernández Ramírez, hay una sinergia en este proyecto. Se trata de intentar utilizar el espacio de manera más eficiente, combinando los desafíos de la transición energética y de la seguridad alimentaria.
Además de las espinacas, se ha demostrado que otras plantas y cultivos pueden prosperar en una granja solar. En 2012, una pareja comenzó a cultivar cereales en una granja solar en la zona de Strathmore, en Alberta. Este año, han movido a su rebaño de 450 ovejas a la granja solar de Capital Power en Strathmore. Las ovejas estarán allí hasta octubre, proporcionando un mantenimiento del césped asequible y efectivo. A su vez, los paneles solares proporcionarán sombra a los animales mientras pastan.
El acceso a una gran parcela de tierra ha sido un cambio radical para los granjeros de primera generación. Además, esta iniciativa desafía la idea de que las granjas solares son una carga para las tierras agrícolas. Y es que, la agrivoltaica está cambiando esa percepción. Hernández Ramírez espera que su investigación lleve a una mayor variedad de cultivos en las granjas solares y afirma que este modelo se puede escalar, es decir, los paneles solares y las plantas podrían instalarse en balcones, patios traseros o espacios verdes de las ciudades, para generar alimentos y electricidad.
Hacer que la agrivoltaica sea accesible es algo que Hernández Ramírez cree que podría beneficiar a las comunidades de todo el país, ya sea mediante el cultivo de espinacas o la crianza de ovejas.
Además, este enfoque permite a las personas sentirse más conectadas con el origen de su energía y su comida.