Un grupo de científicos y artistas ha solicitado a las autoridades de propiedad intelectual de Ecuador que reconozcan al bosque nuboso de Los Cedros como coautor oficial de una canción que incorpora sonidos de la naturaleza.

Un grupo de científicos y artistas ha presentado una petición ante las autoridades de derechos de autor de Ecuador para que se reconozca al bosque nuboso de Los Cedros como coautor oficial de una canción creada a partir de los sonidos de la naturaleza grabados en este ecosistema.

La composición titulada 'Canción de los Cedros' fue escrita por Robert Macfarlane, un escritor británico, junto con el músico Cosmo Sheldrake, la micóloga Giuliana Furci, y el académico César Rodríguez-Garavito.

La canción incluye grabaciones de una variada fauna como colibríes, monos aulladores, aves, cicadas, ranas, ríos y hojas.

Según los autores, el bosque también tiene un rol vital en esta colaboración, ya que sus sonidos son un componente fundamental de la obra.

Esta iniciativa no solo busca celebrar la riqueza ecológica de Los Cedros, un área protegida que es uno de los hábitats más biodiversos del planeta, sino también impulsar un movimiento creciente que aboga por la defensa de los derechos de la naturaleza.

Rodríguez-Garavito afirma que reconocer la autoría del bosque puede motivar a otros a explorar y reivindicar derechos adicionales para los ecosistemas, abriendo la puerta a la idea de que la naturaleza puede tener derechos creativos sobre las obras producidas a partir de ella.

La noción de que un entorno natural pueda ostentar derechos de autor no es tan descabellada, considerando que desde 2021, la Corte Suprema de Ecuador ha fallado en favor de la protección de Los Cedros al detener planes de minería que amenazaban su integridad, reconociendo sus derechos constitucionales.

La Oficina de Derechos de Propiedad Intelectual de Ecuador aún no ha emitido un comentario sobre la petición.

Los autores de la canción están fundamentando su solicitud en el concepto de 'autoría moral', lo que implica que, aunque el bosque no recibiría derechos de regalías, se le reconocería su participación en la creación de la obra.

De tener éxito esta solicitud, se sentaría un precedente importante en el ámbito legal, donde el sistema normativo reconoce la voz y el valor de otros seres vivos en la interpretación de la ley.

Esto podría inspirar a profesionales en diversas áreas del derecho a reimaginar su práctica legal para incluir a la naturaleza como un actor legítimo, no solo a los humanos.

Gillan môi tarde`, dio uno de los ejemplos emblemáticos en la defensa de los derechos naturales, como fue el caso de 'Naruto', el mono macaco cuyas selfies provocaron un debate sobre los derechos de autor entre un fotógrafo y los defensores de derechos de los animales.

Tras perder la batalla legal, este caso no fue el único, ya que el río Whanganui en Nueva Zelanda recibió la condición de persona jurídica en 2017.

La canción 'Canción de los Cedros' fue interpretada en vivo por Cosmo Sheldrake durante la Conferencia de Biodiversidad de la ONU, COP16, en Cali, Colombia.

Macfarlane ha expresado la importancia filosófica de establecer esta colaboración para resaltar la fuerza creativa del bosque: "Para nosotros, se trata de un principio filosófico que queremos establecer, es la inmensa, intensa y eterna fuerza creativa del bosque".

A través de esta iniciativa, los autores buscan no solo fomentar la discusión sobre los derechos de la naturaleza en el ámbito legal, sino también proporcionar fondos para la conservación de la región, asegurando que cualquier ingreso generado por la canción se destine a esfuerzos de preservación en Los Cedros.

La comunidad y los especialistas vislumbran un futuro en el que la naturaleza sea reconocida como un ente con derechos y voz propia, un cambio que podría ser crucial para afrontar la crisis de biodiversidad que enfrenta el mundo.