Descubre datos asombrosos sobre el mundo de los traseros

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Los traseros son increíbles.

Un nuevo documental explora el extraño y maravilloso mundo de los traseros.

CBC Docs ha creado 'Butt Seriously', un documental que revela detalles sorprendentes sobre el origen de los traseros, por qué los tenemos y las cosas increíbles que pueden hacer.

Todos los traseros son diferentes.

De hecho, el mundo de los traseros puede sorprenderte.

Este documental explora en detalle este tema, incluyendo una explicación de dónde provienen los traseros, por qué los tenemos y las cosas sorprendentes que pueden hacer.

Los humanos tienen los traseros más grandes.

La mayoría de los animales tienen un trasero para expulsar desechos, y esos traseros pueden tener muchas formas diferentes.

Hay escarabajos con traseros explosivos, gusanos marinos que pueden tener cientos de traseros, y esponjas y anémonas, cuyos traseros también funcionan como boca.

Pero cuando se trata del clásico 'trasero', un animal se lleva el título.

Los humanos tienen traseros carnosos y esto se debe a que nos mantenemos de pie.

Necesitamos el poder de los músculos glúteos para mantenernos erguidos, correr y saltar.

Así que recuerda agradecer a tu trasero, sin él, no podrías caminar en absoluto.

El ano transitorio: un trasero bajo demanda.

A diferencia de los humanos, hay invertebrados que controlan su propio ano.

Es el caso de la medusa peine verrugosa, una especie transparente y carnívora originaria de las costas del Atlántico de América del Norte y del Sur.

Esta medusa no tiene un ano propiamente dicho.

En realidad, es un ctenóforo, un invertebrado que no pica y se mueve a través del océano gracias a sus cilios vibrantes.

Sin embargo, cuando necesita expulsar desechos, conjura un ano para hacerlo.

A esto se le llama ano transitorio, y esta medusa es el único animal conocido que lo tiene.

Cuando necesita ir al baño, su sistema digestivo se fusiona con su epidermis y crea una apertura, que desaparece después de defecar.

Los adultos lo hacen aproximadamente una vez cada hora.

Se cree que esta peculiaridad anatómica puede ser una forma intermedia del ano y tener pistas sobre cómo evolucionaron los nuestros.

El maravilloso mundo de los traseros invertebrados.

Si crees que has visto traseros de todas las formas y tamaños, piénsalo de nuevo.

Los traseros que conocemos son solo la punta del iceberg en un vasto y variado mundo de traseros.

Muchos investigadores estudian invertebrados como gusanos, babosas e insectos para comprender mejor por qué y cómo evolucionaron los anales, y han descubierto ejemplos impresionantes (y aterradores) por ahí. Las larvas de libélula pueden impulsarse a sí mismas gracias a su propio sistema de propulsión a chorro utilizando su trasero para moverse por el agua.

Las larvas de crisopa con cuentas pueden despejar una habitación (literalmente) paralizando termitas cercanas con un gas tóxico y comiéndoselas.

Las hormigas fruteras pueden almacenar comida en sus traseros y luego dispensar néctar de sus abdomen hinchados a miembros hambrientos de la colonia mediante vómito.

Pero posiblemente la más impresionante son los escarabajos bombarderos.

Muchos de estos escarabajos esconden un arma secreta en su trasero: la capacidad de disparar una mezcla hirviente de productos químicos irritantes para escapar de los depredadores.

Es una explosión química.

Un trasero con el que se puede respirar.

Durante los meses de invierno, algunas tortugas pueden hibernar bajo el agua durante meses.

A medida que los lagos y estanques se congelan, las tortugas pintadas se refugian bajo el hielo y reducen su metabolismo al mínimo.

Pero debido a que son reptiles de respiración aérea, surge el problema de obtener suficiente oxígeno mientras están sumergidas durante meses.

¡Aquí es donde entran en juego los traseros! Las tortugas en hibernación no necesitan mucho oxígeno, pero en un proceso llamado respiración cloacal, los vasos sanguíneos alrededor de su apertura todo-uso absorben todo el oxígeno que necesitan del agua que los rodea.

Esta capacidad se observa también en otros animales, como algunos peces, y ha inspirado investigaciones sobre si los humanos también pueden hacerlo.

Sí, has leído bien.

Los investigadores están interesados en encontrar nuevas formas de facilitar la respiración a las personas con problemas respiratorios o que buscan una ventaja adicional.

Al estudiar ratones y cerdos, el Dr.

Takanori Takebe descubrió que pueden sobrevivir en condiciones de bajo oxígeno normalmente letales cuando se inyecta un líquido altamente oxigenado en sus intestinos.

Los ensayos en humanos son el siguiente paso y la posibilidad de respirar a través de nuestros traseros está generando interés entre atletas, astronautas y pilotos, quienes podrían beneficiarse al mejorar su captación de oxígeno o al poder sobrevivir en condiciones de bajo oxígeno.

Por supuesto, esto podría tener efectos secundarios y funcionaría como una terapia dirigida.

Respirar a través de nuestros intestinos, si es seguro, solo sería temporal y podría causar complicaciones en la digestión, ya que el oxígeno probablemente mataría a las bacterias intestinales.