Un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell ha observado cómo los habitantes de Nueva York tratan a unos contenedores de basura controlados por control remoto de manera similar a como tratan a las personas. Esta experimento ha revelado la tendencia humana a antropomorfizar objetos y ha generado resultados interesantes sobre cómo interactuamos con la tecnología.
Un nuevo experimento realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell ha revelado que los habitantes de Nueva York tratan a unos contenedores de basura controlados por control remoto de manera similar a como tratan a las personas.
Estos contenedores, equipados con una cámara y ruedas, han captado la tendencia humana a antropomorfizar objetos.
Durante el experimento, los investigadores operaban los contenedores de forma remota desde un lugar cercano a la plaza donde se encontraban ubicados.
Utilizaban una cámara fija en cada contenedor para monitorizar las interacciones de los transeúntes con los mismos.
Según Wendy Lu, profesora asociada y supervisora de doctorado en el Instituto Jacobs Technion-Cornell, la reacción de las personas fue mayormente positiva: "La gente parecía emocionada al ver los contenedores.
Entendían que estaban allí para cumplir una tarea".
La novedad de ver contenedores de basura motorizados podría generar un mayor interés de las personas en los esfuerzos por reducir la basura, según Fiona Carroll, directora de programa en la Escuela de Tecnologías de Cardiff.
Durante el experimento, se observó que varias personas hablaban e incluso saludaban a los contenedores, como si fueran amigos, o les felicitaban por su cooperación.
Para los investigadores, esto demuestra la tendencia humana a antropomorfizar objetos.
Moojan Ghafurian, codirector del Laboratorio de Robótica Social e Inteligente de la Universidad de Waterloo, explica que esta tendencia se debe al deseo humano de atribuir características humanas a los objetos y que puede explicarse por el comportamiento específico de los contenedores al acercarse a las personas.
Sin embargo, durante el experimento también se observaron algunas reacciones violentas hacia los contenedores.
Algunas personas los empujaron o los patearon, llegando incluso a derribarlos por completo.
Aunque no se pudo determinar la causa exacta de estas respuestas agresivas, los investigadores especulan que podrían deberse a la reacción de la gente hacia el gobierno de la ciudad de Nueva York.
Este experimento revela interesantes preguntas sobre cómo interactuaremos con objetos y tecnología en el futuro, especialmente a medida que los robots y dispositivos con capacidades mejoradas se vuelven más comunes en nuestra vida cotidiana.
Según Lu, en los próximos cinco a diez años, los objetos con capacidades ligeramente mejoradas, como los robots aspiradoras, serán los robots con los que más interactuaremos.
Esta investigación pone de manifiesto la compleja relación entre los humanos y la tecnología, y plantea preguntas sobre cómo nuestra tendencia a antropomorfizar objetos puede afectar nuestra interacción con la tecnología en el futuro.