En Columbia Británica, investigadores han comenzado a utilizar pruebas moleculares para determinar, de manera general, qué tipo de excremento animal está contaminando el agua, con el objetivo de facilitar la gestión del problema y, con suerte, reducir los largos cierres de cosecha.

El nuevo programa utilizará pruebas moleculares para determinar la fuente de contaminación fecal en ciertas áreas.

Utilizando ADN, los investigadores serán capaces de determinar qué tipo de animal es responsable de la contaminación fecal en el agua.

Para la industria de los mariscos, altos recuentos de materia fecal detectados en áreas donde se cosechan mariscos como las ostras pueden significar cierres largos y costosos.

La materia fecal está asociada con virus transmitidos por humanos, como el norovirus, pero las pruebas que se utilizan comúnmente para medir la materia fecal no distinguen entre diferentes tipos de animales, incluidos los humanos.

Según Prystajecky, las pruebas no son capaces de identificar absolutamente la fuente específica, pero pueden orientar a los investigadores en la dirección correcta.

'En general, el tipo de contaminación fecal por la que estamos más preocupados es la materia fecal humana, porque las bacterias y virus encontrados en los desechos humanos pueden enfermar a los humanos', dijo, agregando que los recuentos fecales más altos podrían ser permitidos si se sabe que no son de origen humano.

Una vez determinado el tipo de animal responsable de la contaminación del agua de una zona, es más fácil tratar con ello.

La gestión en el caso de heces animales de criaturas como pájaros o leones marinos podría significar disuadirlos de congregarse en ciertas áreas como muelles.

Si proviene de ganado aguas arriba, podría haber estrategias para reducir el problema.

Para las heces humanas, puede ser más complicado en términos de quién es el regulador, según Prystajecky, pero si es una fuente como un tanque séptico con fugas o letrinas de compostaje cerca de la costa, eso podría abordarse con reparaciones o reubicación.

Según un informe del grupo ambiental Stand.earth en 2021, la pausa en la industria de cruceros en Columbia Británica durante la pandemia resultó en aproximadamente 220 millones de litros de aguas residuales, 1.8 mil millones de litros de aguas grises y 31 mil millones de litros de aguas de lavado siendo mantenidas fuera de los mares de Salish y Great Bear.

El nuevo programa de pruebas se centrará en un tramo de la costa este de la isla de Vancouver entre Deep Bay y Comox.

Según Prins, la zona es responsable de hasta el 70 por ciento de las ostras con concha producidas en la industria de mariscos de Columbia Británica, así como casi la mitad de sus ingresos.

Los mariscos son excelentes filtros de productos, explicó Prins, con un adulto capaz de filtrar 150-190 litros de agua de mar al día.

Son excepcionales en concentrar las partículas, incluyendo toxinas o contaminantes potenciales que podrían enfermar a alguien.

El proyecto de investigación de Genome B.C. se está llevando a cabo en colaboración con BCSGA y Malahat Nation.