Las principales firmas de consultoría global enfrentan reestructuraciones y despidos masivos debido a la desaceleración del mercado y problemas legales, afectando miles de empleos en todo el mundo.

Durante los últimos dos años, las principales firmas de consultoría a nivel mundial han experimentado una significativa disminución en sus plantillas laborales.
Una de las más afectadas ha sido McKinsey & Company, una de las consultoras de gestión más grandes del mundo, que ha reducido su fuerza laboral en un 10% desde principios de 2022.
Esto ha significado la pérdida de aproximadamente 5,000 empleos en todo el planeta, pasando de unos 45,000 empleados a cerca de 40,000. Estos despidos se han llevado a cabo en un contexto de desaceleración del sector y problemas legales que han afectado la estabilidad financiera de la compañía.
Antes de esta reducción, McKinsey había incrementado su plantilla de forma significativa durante la pandemia de COVID-19, con el objetivo de atender la creciente demanda en transformación digital, análisis de datos y servicios tecnológicos.
La firma había aumentado su personal en un 66% en un período de cinco años, desde 2018 hasta 2023, con el fin de acompañar el auge en proyectos relacionados con la digitalización de las empresas.
Sin embargo, la tendencia cambió abruptamente en 2023, cuando la demanda empezó a disminuir y la firma se vio obligada a reestructurar sus operaciones.
En ese año, McKinsey llevó a cabo una serie de despidos, incluyendo la salida de 1,400 empleados en áreas de back-office y 400 profesionales especializados en ingeniería de datos y software.
La compañía justificó estos recortes como una medida para reducir su exceso de personal y ajustar su estructura a la nueva realidad del mercado. Además, en 2024, la firma anunció una nueva ronda de despidos en medio de una crisis sectorial y la caída de ingresos, ofreciendo a los empleados una compensación equivalente a nueve meses de salario para facilitar su transición laboral.
A estos problemas económicos se suman complicaciones legales. McKinsey ha enfrentado una demanda millonaria, llegando a un acuerdo de aproximadamente 1.5 mil millones de euros, relacionado con su trabajo en el sector de los opioides en Estados Unidos. Esta situación legal ha supuesto un golpe adicional para la firma, afectando su imagen y operaciones.
En paralelo, la industria de la consultoría en general ha visto una disminución en sus ingresos tras el auge experimentado durante la pandemia. Mientras firmas como Boston Consulting Group (BCG) han logrado mantener un crecimiento del 10%, alcanzando unos 12,2 mil millones de euros en ingresos, otras compañías se ven obligadas a reajustar sus plantillas para sobrevivir.
La crisis económica global, sumada a la incertidumbre derivada de problemas legales y un mercado saturado, ha provocado que muchas empresas consideren reducir sus plantillas mediante despidos y reestructuraciones.
Por su parte, Volvo, la reconocida marca sueca de automóviles, anunció una reducción de 2,7 mil empleos como parte de su estrategia para reducir costos en un mercado automovilístico en crisis.
La situación de las consultoras refleja un escenario en el que la recuperación económica aún no se ha consolidado, y las empresas buscan ajustar sus recursos para mantenerse a flote en tiempos de incertidumbre global.