Un estudio pionero en Nova Scotia ha demostrado que los microbios presentes en el spray de las ballenas de río del Atlántico Norte contienen información clave sobre su estado de salud, utilizando drones para realizar análisis no invasivos y eficientes.
publicada en la prestigiosa revista *Ecología Microbiana Internacional*
La investigación, publicada en la prestigiosa revista *Ecología Microbiana Internacional*, revela que los microbios presentes en el spray de las ballenas, obtenido mediante una técnica innovadora con drones, contienen datos valiosos acerca de la salud y el estado físico de estos majestuosos animales.
Las ballenas de río del Atlántico Norte se enfrentan a múltiples peligros desde hace décadas. La caza intensiva en el pasado, la colisión con embarcaciones y las enredadas en redes de pesca, han reducido su población a menos de 400 ejemplares en todo el mundo, según cifras de la Comisión Marítima Internacional.
La supervivencia de esta especie depende en gran medida de un monitoreo constante que permita detectar cambios en su salud y tomar medidas de protección efectivas.
El equipo de investigadores del Instituto Oceanográfico Woods Hole, en Massachusetts, ha desarrollado una técnica que combina #tecnología drone y análisis microbiológico.
Desde 2016, estos científicos han recogido 103 muestras de agua, que contienen los microbios expulsados por las ballenas al respirar, de un total de 85 ejemplares en la bahía de Cape Cod, en Massachusetts.
La innovación radica en que los drones, equipados con platos de Petri, vuelan de forma silenciosa y no invasiva hasta el lugar donde la ballena expira, logrando capturar pequeños aerosoles que contienen las bacterias en suspensión.
Para entender mejor el significado de estas muestras, los investigadores compararon los tipos de microbios presentes en diferentes ballenas y los relacionaron con datos previamente obtenidos mediante imágenes de alta resolución, que evalúan aspectos como la condición física, el tamaño, la piel y la presencia de parásitos como los piojos de ballena.
Los resultados fueron reveladores. Las ballenas con un estado físico más delicado presentaban bacterias similares a las que se asocian con infecciones, mientras que las más robustas albergaban microbios relacionados con ambientes ricos en lípidos, indicativos de buena salud.
Este hallazgo sugiere que los microbios en los aerosoles respiratorios podrían servir como biomarcadores para evaluar rápidamente el bienestar de estas criaturas, sin recurrir a métodos invasivos ni estresantes.
A diferencia de técnicas anteriores, en las que los investigadores debían acercarse peligrosamente a los animales en barcos, la utilización de drones ha demostrado ser mucho más segura y efectiva.
Los drones son pequeños, silenciosos y estables en vuelo, lo que permite evitar perturbaciones y reducir el estrés en las ballenas, que en el pasado reaccionaban nerviosamente ante la presencia humana.
